La familia Kapusta. Capítulo 1 - Relatos Eróticos

La familia Kapusta. Capítulo 1

... entraba tan bien que no se lo podía creer como su coño se la tragaba y se deslizaba armónicamente, pese a que hacía mucho que no tenía una dentro y aquella le parecía perfecta para ella. Cada vez la follada se precipitaba a un estado de euforia y fogosidad que invitaba a que las sentadas se las hiciera más rápidamente. Con su mano seguía tapando la boca de Andrzej que respiraba con mucha velocidad, mientras que a ella le caían gotas de sudor que se estampaban en pecho de su hijo. Le quitó la mano y la sustituyó por su boca, como queriendo tomar su aliento para respirar, para tomar oxigeno… hiperventilaban mucho.

Mientras sus labios se juntaban, la boca de Andrzej se abrió y le introdujo la lengua a su madre, ella no la despreció y se entabló una lucha a muerte. Sus lenguas recorrían la boca del otro de manera alterna, sus labios succionaba de igual modo que el coño de Monika succionaba el pollón de su hijo. El sonido sordo de sus carnes golpeándose en cada sentón los ponía cardiacos, más a ella que en poco tiempo llegó lo más esperado por Monika, los roces constantes en su clítoris al llegar al fondo, embutiéndose los veinte centímetro de verga la llevaron al precipicio. Su espalda se arqueó y notó un placer inhumano que hacía mucho no sentía y casi había olvidado. Apretó sus dientes, sus labios se fueron a parar al cuello de su hijo, sus piernas se movían en automático. Intentó todo lo que pudo para no gritar como una loca el nombre de su hijo. Fue en ese momento que notó algo diferente que le volvió a rebelar contra el exceso.

Uno de los dedos revoltosos de su hijo, de forma independiente se había acercado demasiado a su ano. Con tanta mala o buena suerte que mientras el orgasmo salía de ella, este se introducía en su culo, con tan buena fortuna que le avivó la corrida de manera sublime. Apenas fueron un par de falanges del dedo corazón, pero el placer creció aún más, no se lo podía creer.

¾Hijo… hijo de gran puta—le susurró quitando al oído, sin parar de correrse—No lo saques o te mato… joder sí, sí… no pares de follarme por los dos sitios.—no paraba de gemir y convulsionar todo su cuerpo sobre el de su hijo con su polla dentro.

Acabó apoyada en ambos brazos mientras sus respiraciones se relajaban, el orgasmo había sido épico, hasta tal punto que se hubiera dormido si Andrzej la dejaba, pero no iba a suceder. El dedo todavía en su culo le hacía saber que su hijo no iba a estar satisfecho con aquello, ¿y ella? Tampoco… una corrida más no la despreciaría.

¾Date la vuelta—le ordenó Andrzej a su madre en un tono que apenas era audible.

¾Me daré la vuelta si quiero…—su madre se acercó al rostro de su hijo y con el corazón y el índice le apretó el rostro— ¿entiendes?

El joven ante el poderío que quería mostrar su madre, introdujo la polla en su totalidad haciendo también que la última falange del dedo se metiera en su ano. Monika abrió la boca y gimió muy bajito para que nadie más que Andrzej la pudiera escuchar. Posó sus labios ...