Me Viola un drogadicto y me vuelvo adicta - Relatos Eróticos

Me Viola un drogadicto y me vuelvo adicta

... apretado lleno de manchas de mugre, a pesar de ser bajito era bastante rudo, no tenía músculos pero se notaba que estaba trabado, y pude notar también que mientras me miraba el culo su pene estaba algo parado, su cara estaba llena de granos, y sus dientes estaban todos torcidos y algunos los tenía rotos. En resumen era feo, bajito,pero tenia una buena polla al parecer. Cuando llega el tren una avalancha entra rápidamente porque ya venía lleno de estaciones atrás y la verdad es que ya no entraba ni un alfiler. Mi hijo viajaba sentado y yo parada, cuando llegamos a otra estación más gente entró haciendo que me apartara de mi hijo un par de metros, quedé en la parte donde se unen dos vagones, por lo que se movía mucho, de un lado para el otro y muchas veces subía y bajaba. Estaba un poco mejor ahí ya que no había tanta gente pero de pronto veo que por adelante hay una persona que empieza a empujar a todos porque no podía pasar, gritando y haciendo barullo, cuando se acercaba más veo que es el drogadicto que se me acercaba cada vez más hasta que quedó atrás mío casi pegado a mi, como era un poco mas bajo que yo pude sentir su respiración atrás mío en la parte de mis hombros ya que mi remera dejaba ver los hombros y como la chaqueta de cuero era corta dejaba ver bastante mi culo ajustado. Yo me sentía algo incómoda porque además de sentir su respiración agitada también empezaba a sentir algo duro y bastante grande que me tocaba la cola, y encima con el tambaleo del vagón donde estábamos sentía su pene que se refregaba por mi culo. Se me empezaba a pegar más y yo empezaba a poner colorada, tenía mucho calor mi corazón estaba a mil, me temblaban las manos. Empezábamos a llegar a otra estación y el tren frenó de golpe, sentí que el drogadicto se aferró a mis caderas pegándose completamente a mi mientras sentía como olía mi pelo e inalaba mi perfume.

Drogadicto: Disculpe señorita, pasa que no tenía de dónde agarrarme y me iba a caer ( con una voz ronca me lo decía) Yo: Esta bien no se preocupe ( le decía yo con un tono de gatita, mientras ocultaba mi incomodidad y excitación).

En lo que se despega un poco de mi veo que empieza a subir más gente. Sigue entrando gente? Este asqueroso se me va a pegar más, decía yo dentro mío. Así que mientras veía como seguía entrando gente y ya no quedaba espacio para moverse, lo primero que hago es estirar mi cuello para ver si mi hijo estaba bien, y si, estaba hablando con una señora mayor que le había dado un dulce. Mientras tanto yo, para que no se me pegue tanto el drogadicto me doy vuelta dejando mi culo pegado al tren quedando frente a frente al drogadicto para que no se me pegue. Pero cometí un gran gran error, cuando la gente sigue entrando el tipo se hace el que lo empujan y termina pegado a mi completamente. Tenia a milímetros su cara y su boca a la altura de mi cuello y mi boca, y para no caerse se agarra como una garrapata con sus manos duras y rugosas a mi cadera y con sus dedos rozando parte de mi ...