1. La cuarentena con mi sobrino (VII)


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Incesto Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos

    ... Almuerzo en la oficina, gracias a mi sobrino que hace todo lo que yo no puedo por falta de tiempo.
    
    Me duele la cabeza, el cuello, la espalda. Mi esposo me llama, le digo que no puedo hablar, brevemente le cuento lo desesperada que estoy por arreglar mis errores.
    
    Yo siempre fui aplicada, pero se ve que estas últimas semanas no he estado muy atenta a mi trabajo. Algo me estaba distrayendo.
    
    Ceno y no doy más, no puedo encontrar los errores grandes que hacen que todo se derrumbe, tengo ganas de llorar, de gritar.
    
    Mi sobrino me escucha sollozar y se acerca con ternura, me dice que necesito un recreo, unos minutos para despejar la mente, eso me ayudaría.
    
    Me quedaban solo algunas horas para solucionarlo y no veía como hacerlo, pero era sensato lo que me decía mi sobrino.
    
    Voy a darme una ducha, desde hace 3 días que no me bañaba, ni me había dado cuenta de lo sucia que estaba tan metida en esta preocupación.
    
    Ya es casi medianoche, tengo que seguir. Mi sobrino me espera despierto como para hacerme compañía, dice que no se iría a dormir hasta que lo resuelva. Me causa ternura.
    
    "tía, necesitas masajes" me dice viendo mis quejas por dolores en el cuello y espalda.
    
    Me dice que me recueste en la cama matrimonial, que él me haría masajes.
    
    Me da vergüenza, pero le aclaro sin nombrar que solo masajes, nada extraño, solo unos minutos para poder seguir adelante con mi trabajo.
    
    Él se ríe, sabe que no puedo nombrar nada relacionado al sexo, por mas que hayamos estado mirándonos en primer plano como se masturbaba el otro.
    
    Me pongo en la cama boca abajo, me cubro la parte de mi cola con una toalla de manos, le indicó dónde están los aceites y se dispone a realizarlo.
    
    Comienza su tarea en mis hombros, sus manos fuertes ya me relajan, sentir la masculinidad y la firmeza de un hombre da placer al solo contacto.
    
    Se lo toma en serio así que hace mucho énfasis en mi espalda, en mis omoplatos, en mi cuello, en cada zona donde le digo que me duele.
    
    Me está haciendo muy bien, siento que me relajo.
    
    En eso usa solo un instante para tomar mis pies, y a masajearlos. Me encanta, no se lo había pedido, aparte no es donde más dolor tenía, pero no puedo negarme, es placentero.
    
    Sube por mis pantorrillas y hace lo mismo, siento placer en cada masaje.
    
    Sigue subiendo hasta mis muslos, ya mis ojos se abren, mi mente comienza a hacerse preguntas, creo que hasta acá estuvo bien.
    
    Mientras pienso sigue subiendo y comienza a levantar la toalla que cubre mi cola.
    
    La hace a un lado y tira algo de aceite en mi cola, que va chorreando hasta la raya del culo.
    
    Sus manos están en la parte inferior de mis nalgas, muy suavemente está masajeando y tratando de ir un poco más allá.
    
    "¿sigo?" me pregunta
    
    "no, no sigas" le respondo en forma de suspiro.
    
    Sin embargo el sigue pasando sus dedos calientes en la parte inferior de mis nalgas y se dispone a cubrirlas por completo.
    
    "¿sigo tía?" me pregunta
    
    "no, por favor sobrino, no sigas" le ...