1. La cuarentena con mi sobrino (VII)


    Fecha: 24/06/2019, Categorías: Incesto Autor: hectornieto, Fuente: CuentoRelatos

    ... mostrar directamente las tetas o abrir las piernas o caminar sin que les importe que se les vea todo el culo. Más de una vez mientras salíamos con mi esposo a pasear tenía que estar mirándolo a la cara cuando nos cruzábamos a estas pendejas de ahora.
    
    Incluso al lado mío, mi esposo se le escapaba la mirada hacia esos cuerpos jóvenes.
    
    Salgo disparada a mi cuarto, me pongo un vestido muy corto, me saco el corpiño, tomo el tapaboca y me voy en busca de mi sobrino.
    
    Está muy fresco, salí pensando en la puta de la plaza, más que en la temperatura otoñal porteña que comienza a hacerse notoria.
    
    Comienzo a escribirle a mi sobrino, diciéndole que lo acompañaría, que no quería que se pierda o esas estupideces que una inventa cuando quiere estar cerca de alguien para controlarlo.
    
    No me responde los mensajes, voy local por local, donde fuimos el sábado anterior y no lo encuentro, en la carnicería me encuentro a doña Cleotilde, la vecina chusma.
    
    Me mira de arriba a abajo, me ve vestida con este minivestido con el fresco que hay, sin corpiño, hace un gesto típico de vieja metida.
    
    Cuando salgo de camino a casa, llamando por teléfono insistentemente a mi sobrino, lo veo en la plaza, hablando con la pendeja puta.
    
    Desde lejos le grito de porque no me atendía el teléfono, porque lo tenía en silencio.
    
    Cuando llego hasta él, me dice que se disculpa que lo tiene siempre en silencio.
    
    En eso la chica interrumpe con un:
    
    "ay nene, tenés que atender a tu mama, eso es ley, siempre hay que tener con sonido y atender todos los mensajes y llamados de la mama"
    
    Mi cara se transformó y se llenó de odio.
    
    "¡No soy la mamá!" grité.
    
    En ese momento se escucha en la esquina a una señora llamando a la adolescente.
    
    Era doña Cleotilde llamando a la chica, ella se despide rápido diciendo que la llama la abuela y cuando se va le tira un beso a mi sobrino.
    
    Se va caminando moviendo el culo perfecto sin celulitis, un minishort de jean que no tapaba nada, mostraba cada nalga al caminar. Ella cada tanto se da la vuelta y parece sonreírle a mi sobrino a pesar del barbijo.
    
    Alterno mi mirada entre mi sobrino y la puta, y el está embobado mirándole el culo.
    
    "¿qué estás mirando?" le digo con un tono de reto.
    
    "nada tía, nada, ya compre todo, estaba yendo a casa" me dice mientras me invita a caminar hacia la casa que compartimos estos días.
    
    Apenas llegue le haría una paja fenomenal a mi sobrino para que se le vayan las ganas con esa puta y largue leche de la mano de una mujer experimentada que no necesita andar en culo por la vía pública para que un hombre goce.
    
    Llegando a casa suena el teléfono, mi jefe a los gritos porque todavía no le envíe el informe corregido.
    
    Nuevamente tengo que internarme en la oficina. No habría masturbación para mi caliente sobrino.
    
    Ceno en la oficina, sigo hasta la madrugada, mi sobrino duerme.
    
    Amanece el domingo, día 14.
    
    Mis ojeras son terribles, me preparo un café fuerte, voy a la computadora. ...