1. La casera enviciada (4/4)


    Fecha: 22/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: yanine10, Fuente: TodoRelatos

    ... rápidamente el segundo latigazo.
    
    Ella aulló de dolor y las lágrimas se formaron en sus ojos... Me sentí terrible por infligir tanto dolor a esta hermosa criatura, pero no tenía otra opción... Era ella o yo.
    
    Cuando le devolví el látigo a Anna pude ver que se estaba desesperando... Ninguna de nosotras podría aguantar mucho más.
    
    Hice una mueca, ya que sabía que los siguientes dos golpes realmente iban a doler... ¡Y lo hicieron!... Ambos golpes fueron más duros que cualquiera de los cuatro anteriores.
    
    El primer golpe hizo que mis rodillas se tambalearan, y cuando recibí el segundo caí de rodillas con muchísimo dolor... Las lágrimas corrían por mi rostro... Por milagro logré mantener el equilibrio y mantener las manos detrás de la cabeza.
    
    Me puse de pie nuevamente... Sabía que no podía soportar más castigos... Esta vez necesitaba desesperadamente romper a Anna, o estaba perdida.
    
    Me volví hacia Ewan y le dije:
    
    - “Por favor, señor... ¿Puedo hacer una pregunta?”
    
    - ¿Qué pregunta?
    
    Ewan estaba claramente extasiado por el éxito de su pequeño juego.
    
    - ¿Debemos sólo azotarnos mutuamente en las nalgas?
    
    Ewan lo pensó por un segundo y respondió:
    
    - “No dije que tenía que ser sólo en las nalgas”, sonrió.
    
    Anna me miró con una mirada de susto en su rostro, pero tenía que ser fuerte... Me paré frente a ella, sosteniendo el látigo amenazadoramente frente a su cara.
    
    - “Empuja los codos hacia atrás '', le ordené a Anna.
    
    Por un momento ella dudó... Luego arqueó los hombros y empujó los codos hacia atrás... Esto hizo que empujase hacia delante sus pequeños pechos... Noté que sus pezones estaban duros y erectos, aunque no sabría decir si era por miedo o por excitación.
    
    Di un paso atrás y sostuve el látigo alto... Luego lo bajé brutalmente a través de ambos pechos... Ella retrocedió y gritó, pero antes de que tuviera tiempo de recuperarse, la golpeé por segunda vez, golpeándola justo encima de sus pezones.
    
    El dolor era más de lo que podía soportar y se agarró los pechos con las manos y se los frotó vigorosamente, con los ojos nublados por las lágrimas... Había perdido el juego y sentí pena por ella, pero tuve que admitir que también me sentí aliviada... Mi cuerpo también estaba en llamas, pero sabía que no era sólo por los azotes que había recibido ya que me encontraba increíblemente excitada y notaba que mis labios estarían hinchados y mojados.
    
    Ewan volvió su atención a Anna y sin más, le señaló el piso del garaje, diciéndole:
    
    - “Ponte a cuatro patas como una perra y abre las piernas.”
    
    Todavía con lágrimas en los ojos, Anna obedeció, poniéndose de rodillas y abriendo las piernas... Dejo a la vista su vagina y ano... Me resultaba excitante... También pude ver claramente que tanto ella, como yo, estábamos muy calientes.
    
    Ewan se colocó detrás de ella y, con un movimiento de las axilas, levantó el látigo firmemente sobre sus labios vaginales... Las caderas de Anna saltaron en el aire, y ella gimió de dolor.
    
    - ...