1. En la regadera con Mariel


    Fecha: 21/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: rfoviedo, Fuente: CuentoRelatos

    ... y su suavidad, amasándola, atrayéndola hacia mi para hacer la penetración más profunda. Sus caderas empezaron a moverse sin control y pego un grito que se tuvo que escuchar en toda la manzana.
    
    —Me vengo… me vengo.
    
    La abracé contra mí y busqué su boca para acallar sus gritos. Ella se aferró a mi cuello y noté como sus caderas se movían sin control, su cuerpo temblaba y bufaba presa del placer que estaba sintiendo. Yo no dejaba de bombear ese coñito divino, con una cadencia constante, aunque de vez en cuando la follaba salvajemente, creo que no había terminado su orgasmo cuando le sobrevino otro y al poco otro más, yo no aguantaba, mi orgasmo crecía imparable y con un bufido descargue mi corrida dentro del coño de Mariel. Nos costó tranquilizarnos, recuperar la respiración, por suerte seguíamos bajo la ducha, si no creo que estaríamos empapados en sudor, Seguíamos muy abrazados, Mariel con un movimiento de cadera suave sacó mi miembro de su interior, deje que se apoyase con sus dos pies aunque no deshicimos el abrazo, seguíamos besándonos pasionalmente.
    
    —Mi vida ha sido impresionante, me encanta lo que me has hecho sentir, dijo Mariel con mimo, mientras apoyaba su cabeza en mi hombro.
    
    -Mariel hermosa, Mariel de mi vida, eres mi sueño hecho realidad. Te quiero.
    
    —Yo también te quiero mi amor. Anda, vamos a lavarnos y a secarnos y vamos a la cama.
    
    Eso fue música celestial para mis oídos, Mariel y yo nos enjabonamos mutuamente poniendo especial atención en nuestros sexos y fue inevitable que mi verga se volviese a erguir altiva y desafiante, preparada para un nuevo asalto. Mariel la miró hipnotizada y le dio un par de mamadas.
    
    —Bendita juventud, me vas a dejar los huevos totalmente vacíos.
    
    Cerramos la regadera, nos secamos sin dejar de acariciarnos y besarnos. Cuando estuvimos totalmente secos caminamos y subimos a mi cama. Pero esa ya es otra historia.
    
    Para comentarios quedo a sus órdenes.
    
    [email protected]
    
    .
«123»