La Señora Michaelis - Relatos Eróticos

La Señora Michaelis

... obedientemente abrió sus piernas, permitiéndole deslizar el consolador incorporado del cinturón dentro de su coño empapado. Mientras el dispositivo estaba bloqueado alrededor de su cintura, sintió que su coño se retorcía contrayéndose alrededor del rígido pene de metal que lo empalaba, y supo que sería lo único que lo penetraría.

Sin embargo, no tuvo mucho tiempo para reflexionar sobre su miseria. Al momento siguiente, su esposo la arrojó sobre la cama y empujó su polla erecta dentro de su culo con un solo empujón. Un grito gutural escapó de sus labios: nunca antes la habían follado allí, y aunque jugaba analmente consigo misma de vez en cuando, ninguno de sus juguetes se comparaba en tamaño con la polla de su Señor. Cuando comenzó a golpear su trasero con toda su fuerza, sus ojos se abrieron de par en par por el dolor y emitió un gemido agudo y constante. Trató de recordarse a sí misma que debía ser una buena esposa esclava y tomar el asalto implacable en su trasero con humildad y dignidad, pero era demasiado intenso. Siguió peleando con las esposas y retorciéndose para liberarse, y solo el puño de hierro de su esposo aseguró que su matrimonio se consumaría correctamente.

Sin embargo, no pudo evitar darse cuenta de que Lord Michaelis aún era más misericordioso con ella que en sus propios relatos.

Al menos se preocupaba por ella lo suficiente como para lubricar su pene.

CONTINUARA...