La Señora Michaelis - Relatos Eróticos

La Señora Michaelis

ESTE RELATO NO ME PERTENECE, SOLO PARA MAYORES DE 18 AÑOS.

Antes de convertirse en La Señora Michaelis, era Nicole Lynn Adams una oficinista de aspecto aburrido durante el día, masturbadora crónica y escritora de ficción erótica durante la noche. A la edad de 28 años, solo tenía algunas relaciones a corto plazo; ningún hombre o mujer que había conocido parecía ser capaz de cumplir el deseo ferviente de su corazón. La vida con la que soñaba habría sido una pesadilla para la mayoría: la de la sumisión total e incondicional. Sus historias trataban principalmente sobre la esclavitud sexual a tiempo completo y algunas de las escenas que contenían eran tan extremas que se sentía tan horrorizada como excitada mientras las escribía. Aun así, tenía que poner sus intensos deseos en palabras y compartirlos con los demás; su pequeño pero entusiasta grupo de admiradores le mostró que podría haber estado loca, pero al menos no estaba sola con eso.

Entonces sucedió algo, algo tan inesperado que superó incluso sus fantasías más salvajes. Un Lord, un verdadero barón británico, la contactó y le dijo que quería hacer realidad sus sueños. Todos ellos.

Y ahí estaba el problema. Lord Michaelis fue muy claro acerca de que era una oferta de todo o nada, si ella decidía someterse a él, convertiría en realidad cada palabra que ella haya escrito. No habría palabra de seguridad, ni tabúes, ni salidas; los únicos límites serían los establecidos por su propia imaginación. Sonaba como un cuento de hadas... pero muy, muy oscuro.

Ha pasado dos semanas leyendo sus propias historias una y otra vez, tratando de decidir si era lo suficientemente fuerte como para soportar todos los problemas en los que había puesto a sus heroínas de manera tan imprudente. Una y otra vez trató de asustarse para salir del trato, una y otra vez su propio coño goteante la traicionó.

Unos meses más tarde se casó con Lord Michaelis, dándole su cuerpo, corazón y mente para que hiciera lo que le placiera.

La boda, por supuesto, se inspiró en su historias. Mientras caminaba por el pasillo, esposada y amordazada con su vestido de novia, su corazón se aceleró con terror y emoción. Cuando terminó la breve ceremonia y sus damas de honor la llevaron a un marco de madera, casi se sintió demasiado débil para caminar, y mucho menos para resistirse. Las damas de honor le quitaron el vestido, desnudándola salvo las ligas, los tacones y el velo. Sintió los ojos de toda la multitud sobre ella mientras las sirvientas procedieron a asegurarla al marco tan fuerte que no podía moverse ni una pulgada. Sus muslos estaban bien separados, exponiendo su coño desnudo a su ahora esposo acercándose con un conjunto de herramientas quirúrgicas.

Ella emitió un grito largo y ahogado cuando la aguja caliente se hundió lentamente en su clítoris. No importaba cuántas veces fantaseaba con este momento, la agonía superaba cualquier cosa que pudiera imaginar. Cuando su pesado "anillo de bodas" se rompió a través del ...