1. Madre e hija me utilizan de muñeco de prácticas-4


    Fecha: 20/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Marco, Fuente: TodoRelatos

    ... trabajar a tope para convencerme. Le impedí que se la sacara de la tráquea antes de ser yo el que le indicara que le daba permiso para volver a subir.
    
    Sus ojos me miraban inquisitivamente pero seguía obedeciendo, volví a empujar hacia abajo para adentrar de nuevo mi polla en su garganta pero esta vez de una forma más brusca.
    
    El sonido húmedo de su garganta sonó de golpe al mismo tiempo que las primeras lágrimas brillaban en sus ojos. Y lo siguieron haciendo cada vez más con todas y cada una de mis acometidas.
    
    La garganta de Paula era mucho más apretada y estrecha mientras que la de su madre era más profunda y experimentada pero ambas eran exquisitas.
    
    Ahora era la hija la que apartaba suavemente el pelo de su madre para que no le molestara mientras me follaba su boca, cuando ya no pudo más me dio dos palmadas en el muslo para hacérmelo saber.
    
    Lentamente dejé que la anaconda saliera de la cueva antes de quedarse erguida y amenzante completamente embadurnada de la saliva de Sara.
    
    Ella, astuta como nadie, liberó sus imperiales tetas del bikini cortando mi aliento por un segundo. A la vez indicó a su hija que hiciera lo mismo por lo que en un segundo tenía aquellos perfectos pares de tetas a la vista.
    
    Mis manos fueron directas a aquellos tesoros, la izquierda hacia las de Paula mientras que la derecha hacia las de su madre. A día de hoy sigo sin saber decir cuales eran mejores.
    
    Las de Sara eran moldeables y pesadas moviéndose en mi mano derecha, las de Paula eran más turgentes y suaves pero evidentemente más pequeñas que las de su madre.
    
    - ¿Cuáles te quieres follar primero?- me preguntó Sara antes de agarrar mi mano y meterse mi dedo índice en la boca.
    
    - Empieza tú Sara, enséñale a tu hija como se hace.- ordené yo encantado de mandar por una vez
    
    La mamá se arrodilló entre mis piernas mientras yo le indicaba a la hija que me acercara sus pechos a mi boca. Mis manos magreaban y estrujaban aquellas perfectas pelotas anti estrés mientras notaba como las masivas tetas de Sara envolvían mi polla.
    
    Podía notar su peso y calor en mi abdomen a la vez que mi mástil quedaba aprisionado enmedio de aquellas maravillas. Sin duda Sara había nacido para hacer cubanas, sabía como estrujar mi polla y llevarme al paraíso con un sencillo movimiento de su tronco.
    
    Combinaba constantes periodos de sube y baja antes de descansar liberando mi glande bien cerquita de su boca, cuando eso ocurría sabía como abrazar la sensible piel de mi capullo con su jugosa lengua antes de volver a empezar.
    
    Llevé la cabeza de Paula hacia mi glande para que fuera ella la que se encargara de lamerlo cada vez que su madre lo dejara a la vista.
    
    Dios daría cualquier cosa por poder vivir toda una vida en ese momento.
    
    Sara besaba tiernamente a su hija sin dejar de mover sus tetas alrededor de mi polla mientras que Paula se encargaba de hacerme notar el calor húmedo de su boca en mi glande todo amenizado por la banda sonora del palmeteo constante de los ...
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