1. Trío con mi hermana y mi prima junto a la carreter


    Fecha: 18/06/2019, Categorías: Incesto Autor: Martina Paz, Fuente: TodoRelatos

    Clarita siempre fue una tonta, hasta la primera vez en que se la cogieron y se convirtió en la más puta de la familia. Conociéndome a mí y a mi hermana, sabes que decir que es la más puta, es muchísimo. A diferencia de nosotras, a Clari no le molesta mostrar sus títulos. Trabaja como prostituta desde los dieciocho años, por lo que ya tiene casi siete años de experiencia. Con eso le va muy bien, pero su verdadera mina de oro, son las redes sociales. A través de ellas, ofrece su contenido al mundo entero. Pero eso no es material para el relato de hoy.
    
    Hace meses que nos viene jodiendo con que vayamos a visitar a su mamá, que sería nuestra tía, la cual vive en un pequeño pueblo en el límite de las provincias de Buenos Aires y Santa Fe, del lado de la primera. Siempre que extraña a su mamá, nos busca a mí y a mi hermana para que, además de acompañarla en el largo viaje, seamos su escudo. Su mamá, a pesar del tiempo y de que sus muy buenos ingresos económicos ayudan a toda la familia, no está conforme con la profesión de su hija. No hasta el límite de decirle que deje de hacerlo, pero aprovecha cada ocasión para llenarla de preguntas y de advertencias sobre todo lo que puede salir mal. Y muchas cosas salieron mal, pero ella jamás lo sabrá.
    
    Logramos coordinar los horarios de las tres y emprendimos el viaje hacia el interior. Siempre que vamos soy la conductora designada, pero debido a que mi carnet de conducir está suspendido, le tocó manejar a mi hermana. Nuestra prima jamás aprendió a manejar. Se maneja siempre en Uber, servicio por el que jamás pagó con dinero. Quizás a eso se debe la confusión de todo lo que sucedió durante ese viaje.
    
    Aprovechando que no tenía que manejar, elegí el asiento de atrás, para poder recostarme y descansar. Con Julia al volante, Clara, desde el asiento del acompañante, se dedicó a cebar mate y empaparnos de sus locas historias laborales. A pesar de que todas eran muy similares, jamás nos cansamos de ellas. Les pone una emoción e intensidad muy contagiosas, casi siempre de risas, pero esa vez hubo mucho más.
    
    Quizás sea porque iba recostada en el asiento trasero y me sentía muy relajada, pero la historia sobre la cogida que le dio a un patovica en el baño de un pub, me calentó a sobre manera. Y al parecer, a mi hermana también, ya que, en el clímax de la historia, bajó a la banquina y se detuvo de golpe.
    
    ─No manejar y calentarme. Quizás vos puedas porque sos igual de puta que ella, pero yo no puedo ─dijo enojada, mirándome por el espejo retrovisor.
    
    Al parecer, notó de inmediato como mi mano se movía muy suavemente adentro de mi pantalón.
    
    ─¿Te estás pajeando, boluda? ─ dijo e inmediatamente las dos giraron para mirarme.
    
    ─Tranqui la profe ─comentó mi prima riéndose.
    
    ─Ella relata, vos manejas y yo hago lo que tengo ganas ─respondí mientras me sentaba.
    
    Mi hermana se cruzó de brazos, objetando que ya no iba a manejar más. Con mi prima comenzamos a reír a carcajadas. Parecía una nena caprichosa a la ...
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