1. Precoz y pervertida niñez.


    Fecha: 18/06/2019, Categorías: Gays Autor: immaty, Fuente: SexoSinTabues30

    ... desodorante y llena de pelos y venas.
    
    La cabeza cubierta por ese cuero que me divertía subir y bajar.
    
    Luego mi papá me aparto de él y todo terminó ahí.
    
    A partir de ese momento, cada vez quería repetir ese juego con papá con más frecuencia… por lo que todo el tiempo trataba de estar sobre el para rozarlo y hacerle saber que quería tocárselo de nuevo.
    
    Mi papá vencido por mis insistencias a veces cedía y a veces me apartaba. Pero las veces que me dejaba eran más y recuerdo que cuanto más tiempo pasábamos solos más me dejaba tocarle el bulto sobre el pantalón y esto lo hacía tomándolo de la mano y forzando el movimiento para hacer que mi mano rozara el costado de la bragueta de su pantalón.
    
    Mucha curiosidad, mucho disimulo pero siempre lograba rozarlo con abrazos o corridas a sus piernas. Cuando estábamos todo en familia por lo general me apartaba porque en el fondo sabía que no podía demostrar ese interés por su verga delante de los demás. Sabía que no era algo bien visto, no me digan cómo, pero en el fondo ya sentía que era algo prohibido.
    
    Pero los domingos a la tarde. Cuando mi papá miraba los partidos y mi mamá dormía la siesta y mis hermanos jugaban en el patio de casa… yo siempre aprovechaba para ir a sentarme arriba de papá y tocarle muchas veces sin descaro directamente el bulto de su pantalón. Primero se incomodaba pero luego me dejaba hacer… No la sacaba de su pantalón pero yo amasaba con mis manitos su gran bulto y me gustaba.
    
    Todo esto pasaba con frecuencia durante mucho tiempo. Cada vez fueron menos las veces que me dejaron bañarme con él. Con la excusa de que ya estaba grande, con 6 años no volví a bañarme con mi papá, pero eso no impidió que un día la calentura lo llevara a dejarme avanzar un poco más con el juego que siempre terminaba cuando el alcanzaba su erección. El no me tocaba en absoluto… nunca… solo me dejaba a mi manosearlo.
    
    Un día que habíamos ido al campo de unos amigos de mi papá a comer un asado y a pasar el día.
    
    Mis hermanos y yo insistimos en andar a caballo y a mí me tocó ir con mi papá y a mi hermano mayor con el amigo de mi papá. Mi hermano más chico se tuvo que quedar a esperar su turno y yo sin pensarlo comencé a saltar arriba del caballo como si ya galopara haciendo que mi papá se acomodara para que no lo golpee con mis saltos y tratando de contenerme para que me quede quieto, me rodeo por la cintura con su brazo y me pegó a su entrepierna sujetándome para que deje de saltar y diciéndome al oído “acá no”.
    
    De todas formas al iniciar su caminata el caballo inevitablemente mi colita rozaba con su bulto, y cuando nadie miraba disimuladamente soltaba una de mis manos y la pasaba por la parte baja de mi espalda para apretarle la verga a mi papá.
    
    Esto lo puso caliente y me dejo amasársela más cuando nos apartamos de su amigo y mi hermano ya que se quedaron atrás haciendo que mi hermanito dejara de llorar subiéndolo con ellos al caballo.
    
    El día siguió normalmente. Recuerdo haberme ...