1. Mi vecino maduro me convirtió en su puta - Parte 6


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Saryta29, Fuente: TodoRelatos

    ... Mercancía de primera, ya os lo dije!!!
    
    Esta vez, era la voz de Jaime, mi vecino. El muy cabrón,seguía llamándome "mercancía". Os juro que oir aquella palabra me excitó de tal manera que saqué el miembro de Julio de mi boca, le guiñé un ojo y reoetí varias veces la maniobra de tragarla entera y volverla a sacar a ritmo vertiginoso.
    
    - Joder, chiquilla...me vas a vaciar ya. Para coño - Decía Julio.
    
    Paré y le miré a los ojos. Bueno, es un decir, cada vez que miraba hacia arriba me topaba con aquella descomunal barriga, aun envuelta en una camiseta que ya comenzaba a dar muestras de sudor.
    
    - Déjame a mí - me dijo
    
    Y acto seguido empezó a follarme la boca. Sus embestidas eran lentas, pero profundas. Metía por completo aquel pequeño miembro de mi boca, lo sacaba, esperaba unos pocos segundos y de nuevo, dentro.
    
    Estuvimos así como un par de minutos. Quizás 3. Hasta que oí.
    
    - Espera, quiero hacer una cosa. Trae esas dos sillas - Me señaló unas sillas que había encima de una mesa, ya recogida y preparada para el día siguiente.
    
    Extrañada, hice caso. Mientras caminaba hacia la mesa y bajaba las sillas me preguntaba para qué quería aquel hombre las sillas.
    
    Por mi experiencia, a los tios, les gusta más que la chupe de rodillas.
    
    Cuando llegué con las sillas a donde él estaba, vi que se había encendido un pur. Joder..con lo mal que huelen.
    
    Miré a mi vecino. Pero el muy cabrón había sacado el dinero de la cartera y hacía como que me lo enseñaba.
    
    Joder, como me ponía ese hombre!!!! Sacaba de mí.....
    
    - Coloca aquí las sillas - Dijo Julio, señalando un lugar muy próximo a él - Y ponlas pegaditas.
    
    Lo hice. Cuando lo hube terminado, me dijo:
    
    - Tumbate sobre ellas, boca arriba. Tu espalda apoyada en ellas.
    
    - Pero quedará mi cabeza colgando - Dije yo.
    
    - Esa es la idea - sonrió Julio - Pero, ¿Acaso alguien ha pedido tu opinión?. Te pones como te he dicho, y punto.
    
    Me puse como me dijo. MI espalda (y parte de mi culo) en las sillas. Las piernas, sobresaliendo por un lado, apoyadas en el suelo. La cabeza, en el otro lado, colgaba.
    
    Vi como Julio vino hacia mi...y empezó a restregarme sus testículos por mi cara.
    
    Joder!!! nunca me habían hecho eso. Os lo juro.
    
    Después de unos segundos así, oi como me dijo.
    
    - Abre esa puta boca. A ver si aguantas ahora. A ver si eres tan buena ercancia como dice Jaime.
    
    Abrí mi boca y de repente, todo el peso de aquel hombre se volcó sobre mí. Su pene, pequeño, se abría paso por mi garganta.
    
    Su barriga, casi aplastaba mi nariz.
    
    Casi me ahogaba...pero no me quejé. Aguanté.
    
    Después de casi un minuto (algo más quizás), sacó su miembro. Su barriga le dejó a mi nariz unos centímetros de distancia. Lo que aproveché para tomar una buena bocanad de aire.
    
    - Joder, sí que es buena, sí.
    
    - Ya te lo dije. Mercancía de primera - Le oí decir a Jaime. Acompañando sus palabras, de unas risas y otros comentarios a Ginés y a Agustín que no pude escuchar bien porque Julio había ...
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