1. Mi vecino maduro me convirtió en su puta - Parte 6


    Fecha: 15/06/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Saryta29, Fuente: TodoRelatos

    ------- CONTINUACIÓN DE LA PARTE 5 DE MI HISTORIA DE SEXO Y SUMISIÓN CON MI VECINO -----
    
    Julio me cogió del pelo, con su mano derecha, tirando hacia abajo. Con fuerza.
    
    Deduje que quería que me agachara. Así que doblé mis rodillas, que tocaron el frío suelo del bar.
    
    Mi cabeza quedó a la altura de aquella inmensa y descomunal barriga.
    
    Miré a Julio, con la mirada más seductora de la que fui capaz en ese momento. Para mi sorpresa, me di cuenta que él no me miraba.
    
    Estaba mirando a Ginés y a Agustín. Jaime me contó después que, en ese momento, mientras tenía asido mi pelo y yo estaba de rodillas, Julio, reía. Se sentía la estrella. Presumía.
    
    Cuando por fin su cabeza se giró hacia mí, me volvió a escupir.
    
    Como le gusta escupir a este hombre!!! Pensé.
    
    Casi ni me di cuenta que, al terminar de escupirme, soltó su mano de mi pelo y la llevó a su bragueta. En un rápido movimiento, bajó su bragueta, hurgó en el interior y asomó un miembro pequeño, rodeado de vello cano. No era ni grueso ni fino. Apenas sí salía la cabecita de aquel pequeño miembro.
    
    Mientras le miraba, esperaba mi turno. Al poco de asomar aquella pequeña cabecita, le oí gritar:
    
    - Chupa, Puta
    
    No hacía falta que gritara. Estaba arrodillada a sus pies. Supongo que quería que los demás le oyeran.
    
    Abrí mi boca, saqué mi lengua y le di un par de lamidas.
    
    Eso, suele gustarle mucho a mi chico. Y a Jaime. Como preámbulo de lo que viene después. Pero....
    
    Pero Julio, exclamó, de nuevo, gritando:
    
    - No te he dicho que lamas. Te he dicho que chupes - hizo una pausa, para añadir - Puta estúpida.
    
    Yo iba a pedir perdón. Empecé a abrir la boca justo en el momento en que Julio se agarró aquella cabeza y...DENTRO DE MI BOCA.
    
    Al meterla en mi boca pude notar un sabor que me resultó nauseabundo. Era un sabor (y olor) a orina. A restos de orina, sudor, etc.
    
    Mientras pensaba en ese sabor (y olor) asqueroso, Julio, aprovechó para desabrocharse los pantalones y el cinturón que sostenía todo eso.
    
    - Quitate la ropa, vamos. ¿No querrás que te folle vestida? - Rió Julio.
    
    Tenía razón. Así que me quité la ropa, mientras lo hacñia no le miré. Pero sentía sus ojos clavados en mi. Y no solo los suyos.
    
    Dejé el uniforme y el tanguita en el suelo.
    
    Pude ver como se apartó, apenas un par de pasos, para terminar de quitarse los pantalones y sacarse los calzoncillos tipo slip.
    
    Yo mientas lo hacía, de reojo, miré a mi vecino.
    
    Nuestras miradas se cruzaron. Un leve movimiento de cabeza, asintiendo, me hizo comprender que estaba orgulloso de mí.
    
    Cuando Julio volvió a su posición inicial, se señaló su miembro, con un dedo y me dijo, de nuevo, en voz alta:
    
    - Chupa, joder
    
    Esta vez, sí. Esta vez engullí aquel pequeño miembro en mi boca. Apenas mediría (calculé) unos 10-11 cm (más o menos). Ningún problema para mí, acostumbrada a mi chico que tiene una longitud 6-7 cm mayor.
    
    - Joder, es buena
    
    Le oí decir a Julio mientras mantenía su miembro en mi boca.
    
    - ...
«1234...»