1. El Incubo del Internado 20


    Fecha: 14/06/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Hetero Autor: Lobo85, Fuente: SexoSinTabues30

    ... favor, aquí no – dijo Kim nerviosa viendo para todas partes.
    
    Así que la levante para llevarla al cuarto donde guardaban materiales, estaba todo solo, si acaso algunas mantas tiradas en el suelo, algo empolvadas, no me importaba, ahí le quite el saco, comencé a sobar su busto, disfrutando cada segundo, tenía ganas de arrancarle la blusa, creo que se dio cuenta porque ella misma se la fue quitando, yo aproveché para sacarme la ropa, una vez fuera, fue dejándome tocarla libremente y sentir su suave piel, Kim se terminó por quitar la camisa lanzándola a un lado, ahora sólo separando sus pechos por su sostén blanco, antes de darse vuelta, yo la comencé a besar con pasión, mientras ella dejaba sus pechos libres, la abracé con fuerza encajando sus pezones sobre mi pecho, recorrí su espalda disfrutando de cada centímetro, y al hacerlo olí su perfume, esa mujer me volvía loco, fui bajando mis manos, aún con la falda amase sus nalgas, eran tan redondas y grandes, Kim lo disfrutaba porque me decía al oído:
    
    Qué bien lo haces, sigue, ni mi marido me tocó así –me decía con una voz cargada de lujuria.
    
    Que idiota pensé al oírla, pero no importaba, ahora ella estaba entre mis brazos, y amasé su culo cuanto quise, al tiempo subía su falda, deseando tocar su suave piel, hasta que finalmente pude sentir el borde de sus medias, sus muslos desnudos y finalmente sus nalgas apenas cubiertas por una tanga blanca que estaba atrapada entre las 2 masas de carne, no sabía que usaba esas ropas, que bien quedaban en su cuerpo, por lo general usaba prendas mas conservadoras, pero creo que a cambiado por tenerme a su lado, así que las disfrute, tocando con deseo su cuerpo, jugaba jalando un poco su prenda para que se encajarla en su pubis, logrando estimularla, y al hacerlo mordió levemente mi cuello, seguí así pero ella se soltó del abrazó, se quitó la falda, no quería arrugarla más, ahí estaba mi jefa, solo usando tacones, liguero y una tanga que no me pude resistir a quitarla con los dientes, sólo lo suficiente, antes de comenzarle a comer su vulva, ella no lo esperaba, nunca fue tratada con ese deseo carnívoro, pero lo hacía con tal pasión que ella no dejaba de gemir perdida, encajando mi cara a su vulva jugosa, así que logré sacarle un par de gritillos, y su gesto cambio, ella miraba mi cabeza con desconcierto, entregada al placer, como si no pudiera entender que alguien probara su vulva, yo la abrazaba, agarrándola con fuerza del culo, saboreaba su intimidad como si nunca hubiera probado antes, casi le enterraba la lengua, como si la estuviera penetrando con esta, lograba que se perdiera en este gusto, pues la directora gemía sin control, tanto así que rápidamente alcanzó el orgasmo llenando mi boca de sus jugos de pasión, los cuales escurrieron por mi boca, ella agarraba aire desesperada, y sus piernas temblaron, las acariciaba con cierto ardor, evitando que cayera, pero todavía no llegábamos a la mejor parte, mi verga estaba tiesa, lista para salir, me dolía de ...
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