Mi morbo, provocar y que me follen IX - Relatos Eróticos

Mi morbo, provocar y que me follen IX

... boca a través del algodón de su calzon, se mancho de un precum espeso, viscoso y de olor penetrante, entonces tiré de sus calzoncillos y su rabo salió disparado.

Lo agarre con una mano y seguidamente lo lami y succione con mis labios , el casero gimió fuerte entonces, lo masturbaba a la vez que me comía su capullo, después mi garganta se encargó de tragar y chupar cada trozo de su rabo una y otra vez , el me tenía agarrado por mi cabeza, jadeaba se dejaba comer la polla muy tranquilo, sus suspiros y gemidos delataban su placer, yo me daba en cuerpo y alma en hacerlo disfrutar, pero no me costaba mucho, ya que desde aquel primer día que lo vi, me imaginé aquel pedazo de polla en mi boca y también en mi trasero, así que si además de disfrutar conseguía que me dejara continuar en la casa sería todo un dos en uno.

Aquel pollón entraba y salía de mi boca cada vez más rápido, la presión de sus manos sobre mi cabeza era más fuerte, sus gemidos y suspiros se podían escuchar nítidamente, sus manos golpeaban mi trasero estirando su cuerpo, lo veía gemir y gemir, entonces levantó mi cabeza del tirón......

- Uffffff....uauuuuu.....para paraaa.....chaval que me corro.

- vale , vale.....

- date la vuelta.....

Me di la vuelta me agarró de la cintura y me atrajo hacia el, sentí nalguear con sus manos mis cachetes, me hizo algo de daño, después los acaricio, mordisqueó y chupo, sentí como con un dedo retiraba el hilo de mi tanga y después hundió su cara sobre mi culo sentí su lengua caliente y húmeda llegar hasta mi ano lamerlo, con sus manos separaba mis nalgas, escupía sobre mi agujerito y jugaba con sus dedos en el, yo empecé a gimotear, a suspirar y gozar de aquel jueguecito......de pronto mi vista se fijó en otro detalle, Gerardo nos miraba desde un sillón en pelotas, con su rabo en la mano, pajeandose y no perdiéndose detalle.

Aquello me puso muy cachondo, tenía a dos verdaderos machos disfrutando de mi, vi como Gerardo reaccionó, se levantó y se acercó a mí con aquel pollón que tantas veces había gozado en su mano, solo tube que agarrarlo, relamerlo y empezar a comerme su polla como a él le gustaba, su pelvis empezó a moverse, sus bufidos a salir, y su polla a entrar y salir de mi garganta.

Mientras tanto el Sr. Rodrigo jugaba con mi culito, me había metido un dedo y alternaba follandome con el y con su lengua húmeda, me atizaba mis nalgas una y otra vez, las sentía calientes, también de vez en cuando lapeaba mi culito, notaba como sin parar se masturbaba, estaba gozando de ambos machos, a la vez, disfrutaba de esos dos pedazos de maduros que me tenían a su disposición, mi culito palpitaba pidiendo batalla y el casero no tardo en dármela, se levantó, atizó su pollón sobre mis cachetes , abrió con una mano mi culo, mientras que con la otra posicionó su polla en mi agujerito , sentí la presión de su glande, como en uno de esos empujones entro, yo seguía mamándole la polla al conserje, no pude ni quejarme, después se agarró a mis ...