Mi morbo, provocar y que me follen IX - Relatos Eróticos

Mi morbo, provocar y que me follen IX

... tú sabes....

- está bien, como deseéis.

- venga demuestra lo rico que puedes estar......a Rodrigo un gran macho...

- por supuesto....

Me di varias vueltas dando círculos a mi trasero, agachándome y poniendo mi trasero en pompa, acariciando mi trasero, Gerardo me había dado varias cachetadas en mis glúteos y las había estrujado en sus manos....

- ves Rodrigo, tienes aquí a una zorrita dispuesta a todo lo que le pidas, cómo vas a dejar que se te escape ...

- ufffff.....joderrrr....que rico está el chaval.

- pues es todo tuyo, solo tienes que seguir dejándolo vivir aquí, tu puedes convencer a tu mujer Rodrigo lo sabes, y encima con premio. Que más quieres?

- ya lo creo, y menudo premio.

- venga Pedro( me azotó el culo), ves y convencelo como tú sabes.

Sabía perfectamente lo que Gerardo había tramado con el, así que solo tenía que poner mis armas de seducción y mis herramientas sexuales en marcha y así lo hice. Me acerque hacia el casero contoneante, provocativo, agarrando mi paquete y chupando mis labios, poniéndole morritos, cuando por fin llegue hasta donde estaba el me revolvi, me agache y dejé mi trasero casi en su cara, empecé a perrearle con movimientos sexis de mis glúteos, no tubo más remedio que claudicar a tal provocación, sus manos agarraron cada una de mis nalgas, notaba como las estrujaba, como las amasaba con sus fuertes manos, yo lo dejaba hacer y disfrutarlas.....

- buenos cachetes tiene el chaval verdad, Rodrigo.?....

- ufffff.....riquísimos, muy buen puestos, un culito muy apetecible.

- pues su boca todavía lo es más...

Al decir aquello Gerardo, me levanté, me senté sobre sus rodillas, lo mire provocativo, saque mi lengua húmeda y lami sus mejillas, después su cuello y más tarde le di un pico en la boca, mientras tanto fui desabrochando su camisa, al ver que no ponía trabas, profundice en aquel pico, ahora lo besaba, le costó responder, pero por fin empezamos a fundirnos en un profundo morreo húmedo, en donde nuestras lenguas se cruzaron y su bigote cosquilleaba mi cara.

Rodrigo empezó a despertar, sus manos se agarraron a mis nalgas sobandolas, su boca se comía mi cuello, mi cara, yo le quitaba la camisa como podía, sus pectorales grandes, caídos, su vello espeso canoso y su barriga cervecera era excitante, mi boca se perdió ahora por su cuello, por sus pechos, relamia sus pezones los succionaba y el seguía acariciando mi trasero mientras lo restregaba por su paquete que ya tenía una buena ereccion. Notaba un buen pollon bajo de aquellos pantalones.

Entonces me fui dejando caer por su torso, sin dejar de besarlo, de lamer su barriga, desabroché su pantalón y con la ayuda de él lo baje hasta sus tobillos, ahora veía como marcaba un buen pedazo de polla con un buen capullo gordo al extremo bajo unos calconcillos blancos de los de antes, agarre aquel pedazo de carne con una de mis manos lo masajee mirándole a la cara lo vi retorcerse y bufar de placer, agache mi cara y lo saboree con mi ...