El Viaje de Fin de Curso 10 - El Princesa - Relatos Eróticos

El Viaje de Fin de Curso 10 - El Princesa

... ricas y te pagarán lo que quieras por ellas;' le digo con gesto serio.

'¿De verdad piensa señor Francis que me importa el dinero?' me pregunta riéndose, 'Lo que me importa de verdad es ver a estas zorras ricas que vienen aquí de turismo creyéndose mejores que nosotros completamente humilladas. Ni siquiera te puedes imaginar cómo chillaron anoche estas dos zorras cuando las marqué como mi propiedad;' Ntomi hace girarse a la joven para que pueda ver la marca del 'Princesa' en su nalga derecha en forma de un látigo de siete colas, casi del doble de tamaño que la cabeza de león, emblema del Emirato que luce en su nalga izquierda.

‘Mire estas tres bellezas señor Francis;’ me dice señalando a las jaulas. ‘No me diga que no se le calienta la sangre al verlas desnudas, acérquese e inspeccione las mercancías.’

Si Ntomi espera que dude, no lo hago, me levanto del sofá y me acerco a la jaula que ocupa Janet, su mirada está perdida como si no fuese consciente de lo que está sucediendo, seguramente drogada, separo sus piernas sin ninguna dificultad y observo su coño afeitado y la marca de esclava adornándolo, llevo dos de mis dedos a su coño encontrándolo tremendamente estrecho, la joven gime y se estremece ante mi toque y estoy casi seguro de que podría llevarla al orgasmo en pocos segundos.

Me muevo a las otras jaulas y repito el proceso con las otras dos jóvenes, al ver a la tercera de ellas de cerca mi polla comienza a endurecerse, es una auténtica belleza. No sé qué me sucede, pero esta vez no me detengo y no dejo de jugar con mis dedos en su coño hasta llevarla al orgasmo y sentir como moja mis dedos.

‘Ve, señor Francis, no son más que zorras cachondas, todas ellas;’ exclama Ntomi en alto señalando a todas las esclavas ante las risas de sus hombres. ‘Si tuviese a cualquiera de estas tres zorras encadenadas en alguno de esos clubes que tanto frecuenta, se las follaría sin preguntar cómo han llegado allí, suponiendo que están ahí por su propia voluntad;’ continúa exponiendo Ntomi, ‘Pues bien, mis clientes no tienen ese problema, saben cómo he conseguido a todas estas esclavas y no les importa en absoluto, solo quieren follarse sus estrechos y húmedos coños.’

Miro a Ntomi pero ni una palabra sale de mi boca, en el fondo sé que tiene razón en todo lo que ha dicho.

'Pero volviendo a su visita para comprar a sus compañeras señor Francis, yo solo hago negocios mientras estoy follándome a una de mis zorras, así que si me acompaña;' me dice Ntomi haciendo una señal a sus hombres que arrastran a la esclava que tenía en su regazo a otra picota de violación, para luego moverla y colocarla al lado de Chloe, por último los hombres de Ntomi retiran las otras picotas dejando solo las de las dos esclavas. 'Puede escoger usted primero, señor Francis.'

Me resulta evidente lo que quiere hacer Ntomi, pero no va a conseguir que me eche para atrás, es la única forma de tener una oportunidad de liberar a las chicas, me coloco detrás de la huésped del ...