1. Mi vecino y su perro me dieron la bienvenida


    Fecha: 10/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Gays Zoofilia Autor: Elyamas, Fuente: SexoSinTabues30

    ... paja pensando en los dos machos del piso de arriba, justo tocaron la puerta y se me acelero mucho el corazón. Era raro que alguien golpeara la puerta a esa hora, serian cerca de las 23hs. Me levanté y me vestí rápidamente ya que suelo dormir solo en ropa interior. En el fondo yo deseaba que fuera mi macho el que golpeaba la puerta y estaba seguro de que era el y mi instinto no se equivocó. Lo salude y me dijo que lamentaba la situación de mas temprano. Le dije que no pasaba nada y el insistió en invitarme a tomar una cerveza a su casa, a lo cual me sorprendió, pero acepté sin dudarlo. Entramos a su casa y me dijo que me sentara en el sillón, que el iba a darse una ducha porque llegaba recién del gimnasio.
    
    Ahí estaba yo en la casa de los machos de mi fantasía y no pude evitar que de nuevo se me empezara poner dura (recordar que hacia muchos días no tenía sexo). En ese momento aparece Zar y me puse nerviosos pero el se acerco para que lo acariciara y así estuvimos unos minutos hasta que de nuevo empezó a oler mi entrepierna. Yo escuchaba el ruido de la ducha así que deje que Zar husmeara tranquilamente mientras yo le daba palmaditas en el morro. Mi verga ya estaba a mil y me anime a sacarla de mis pantalones y pajearme mientras Zar me daba ricos lengüetazos. Mis huevos ya estaban a punto de explotar, pero no podía acabar y dejar todo sucio al perro, aunque me hubiera encantado, así que me la guarde. Zar pareció insatisfecho así que lo hice subir al sillón y comencé a pajearlo a él. A todo esto, yo seguía escuchando el ruido de la ducha por eso me sentía seguro, así que cuando escuche a mi vecino hablarme al oído se me paralizó el corazón. Así te quería agarrar putita- me dijo. El susto fue tremendo ya que se había acercado silenciosamente desde atrás, pero sus palabras fueron el detonante que liberaron todo lo que llevaba reprimido y ya no había vuelta atrás. Sin soltar la verga de su perro me di vuelta, él estaba completamente desnudo con su verga a media asta, y le dije: Si, soy una putita, y ustedes mis machos así que encárguense de mí. Sonrió y contesto: Claro que sí, verdad Zar? Vamos a encargarnos de esta putita como nosotros sabemos.
    
    Me agarro la cabeza, me dijo que abriera bien grande la boca y me metió su verga de una y hasta el fondo. Todavía no estaba en su tamaño completo así que no tuve problema de metérmela hasta la garganta y chuparle hasta la base. Ahí comenzó un mete y saca intenso y su verga comenzó a crecer en mi boca por lo que cada vez se me dificulto mas para recibir sus embestidas, pero aguanté todo lo que pude como buena putita, hasta que en cierto momento estuve tan atragantado que tuve que empujarlo y sacarla para poder respirar. Su verga no era muy larga, mediría unos 16cm, pero era bastante gruesa y tenia una hermosa y sutil curvatura hacia arriba. Hacía muchos días que no chupaba verga, pero la espera había valido la pena, porque la de mi vecino era hermosa, de esas que dan ganas de chupar eternamente y que nunca ...
«1234...7»