Sueños sexuales; El ladrón. - Relatos Eróticos

Sueños sexuales; El ladrón.

... MMmmmggggghhhh aggggggghhhhhhh aaaaaaahhh siii, me encanta tu verga, me encanta, me encanta. Agggh agghh agghhhh agghhhh.

Me decía tanto que era una perra que me lo estaba creyendo, pero le demostraría que no solo era eso, sino una puta perra que le encanta tragar verga, así que sin su ayuda yo misma tomé su verga y me la metía a mi boca, se la chupaba con tanta desesperación, estaba más que claro que mi lado puta tomó el control de mi.

Sam: Aaggggh aggggh agggh agggghhhb mmmggggh aggghhhhh agggghhhh.

X: Aaaah siiii, qué rico siiiii, sigue perra, sigue, te encanta maldita perra chupa verga, siiii.

Sam: AAGGGGGGHGGGHHH.

Tomé aire y de inmediato bajé lo más que pude, sentí su verga en mi garganta, ví que me faltaban escasos centímetros para tenerla toda, si no fuera porque sentía que mis labios se rompían, hubiera bajado más, pero me sentí satisfecha con el hecho de hacer disfrutar a ese tipo como me atragantaba con su verga.

X: Eres una experta tragando verga con tu boca, pero ahora quiero que te la tragues por otro lado, puta.

Me tomó del cuello y me aventó a la cama tumbandome boca abajo, bruscamente tomó mi cintura y elevó mis nalgas de modo que quedaron en pompa, me sentía tan excitada que me encantó el sentir como rompía mi ropa interior para clavar dos de sus dedos en mi vagina, estaba más que mojada y lista para recibir tremenda verga.

X: Qué buenas nalgas tienes, puta, bien dicen que las de tu edad son unas putas que solo buscan ser cogidas de esta forma.

Lo escuchaba hablar, pero en mi mente solo pasaba la idea de su verga entrando en mi, enterando en mi vagina, de inmediato lo sentí, sentí como colocaba la punta en la entrada y comenzó a empujar, sentí como abrió paso, una mezcla de dolor y placer me invadió, quería más.

Sam: Aaaaaaaah, siiii mmmmmm.

Mordía la sabana para ahogar mi gemido, comenzó a meter y sacar la mitad, me tomaba de la cintura y aceleró sus embestidas más y más.

X: Aaah sii, apuesta a qué no habías tenido un así, ¿verdad puta?

Sam: Aaay noo, sigue sigue.

X: Dime que te gusta, puta. - dijo acelerando sus embestidas.

Sam: Ahh siii mmm aaaaay aaay siii me gusta, siiii aaaaah aaay.

Sus embestidas aumentaban no solo de ritmo, también de profundidad y de inmediato sentí esa descarga recorrer por mi cuerpo hasta llegar a mi vagina, expulsando mis líquidos en señal del orgasmo que me provocaba.

Sam: Aaaaah siii, me encanta siii aaah aaaah siiii aaaaah.

Comenzó a taladrar mi vagina mientras azotaba mis nalgas, más allá de que era algo malo, estaba disfrutando como la puta que era, porque era justamente lo que quería, que me cogieran como la puta que soy.

Me sentía tan bien, agregando el como me ponía rojas mis nalgas a causa de sus azotes y el como jalaba de mi cabello para ponerme en 4 como la perra que era, sentía como su verga salía cada vez más mojada por mi, era una fuente ahí abajo y eso me encantaba.

X: Ven aquí, puta, muéstrame lo que sabes hacer.

Me quitó ...