1. La mujer que conocí en una clase de zumba


    Fecha: 18/09/2021, Categorías: Primera Vez Autor: picapiedra, Fuente: CuentoRelatos

    ... encima de los calzoncillos e introdujo la mano dentro cogiendo el pene que ya estaba bastante erguido y duro.
    
    -Esto comienza ponerse a tono ya, menuda polla, (pene) tienes chaval, la tienes mucho más grande y gruesa que la de mi marido.
    
    Ella me iba guiando entre besos y caricias se quitó las bragas, luego me ayudó que yo hiciera lo mismo con mis calzoncillos y ya los dos desnudos con una de sus manos acercó mi pene a su sexo (vagina). Al sentir el calor y la humedad de los gruesos labios vaginales sentí un escalofrío de los pies a la cabeza sin poder evitar que de mi garganta se escapara un gemido de placer. Mi primera reacción fue intentar ponerme encima, entonces ella me sujetó.
    
    -Tranquilo, tranquilo, no tengas tanta prisa, las cosas de palacio dicen que van despacio.
    
    Un dicho que se suele usar cuando las cosas han de ir con más tranquilidad. Ella se recolocó bien en el centro de la cama y me dijo que me pusiera sobre ella. Con una mano cogió mi pene y lo puso entre los húmedos labios vaginales y me dijo que empujara pero despacio. Así lo hice y poco a poco mis 18 centímetros fueron entrando en aquella caliente, húmeda y maravillosa cueva, ella al sentirla todo dentro dejo escapar un profundo suspiro.
    
    -Dioss, mi amor, que cosa más gorda y larga, me llega hasta el fondo, cariño tienes una polla maravillosa, ahora empieza a moverte despacio de atrás adelante.
    
    Por primera vez, sentí esa sensación indescriptible que se siente cuando hundes el pene dentro del sexo de una mujer. Me dijo que sin dejar de moverme le besara los pechos, que le chupara los pezones y yo fiel alumno hacía todo lo que ella me indicaba. Besaba y chupaba sus pechos con desesperación y empujaba con fuerza, no tenía control de mi estaba poseído por el placer de querer más y más de ella hasta que ella notando que me iba a correr me detuvo y me pidió que me diera la vuelta y me acostara boca arriba, entonces ella paso sus piernas a los lados de mi cintura y apoyada en las rodillas con la mano llevo la punta de mi hinchado pene en la entrada de su sexo y se fue dejando caer hasta hundirse el pene hasta que sus labios vaginales quedaron aplastados contra mi vientre, Se movía de una manera que hacía que viera las estrellas mientras me decía.
    
    -Relájate, tranquilo, no te corras aun, aguanta, aguanta un poco más.
    
    Mientras me pedía que chupara sus pechos, para mí era una sensación totalmente mágica de placer, pero como todo lo bueno tenía que acabar, volvió a pararse, se aparto a un lado y sentada en la cama comenzó a hacerme una mamada, hasta que el semen comenzó a brotar de mi pene que ella tragó sin que se desperdiciara una gota. Una vez dejo de salir semen ella se volvió a tumbar a mi lado sin dejar de acariciarme el pene. Después me dijo que lo hacía para que no se me aflojara y volverlo a hacer, sin ser consiente que mi pene se podía aguantar tieso y duro aun después de varias corridas.
    
    Pasados no más de dos minutos lo volvimos a hacer otra vez y esa ves ...