1. Mi Pequeña Sofía – Parte 4


    Fecha: 09/06/2019, Categorías: Incesto Intercambios Autor: EscritorCaliente1, Fuente: SexoSinTabues30

    Sofía y yo nos habíamos convertido en amantes, y el sólo hecho de pensar que éramos padre e hija lo hacía aún más morboso y deseable. Casi todos los días en que yo llegaba del trabajo y mi pequeña me notaba tenso y agotado, luego de cenar, me iba a la cama y ella me acompañaba, dándome masajes muy relajantes que solían terminar de una de las dos siguientes maneras: me daba sexo oral hasta hacerme eyacular, o teníamos sexo muy intenso. Y es que, desde que lo habíamos hecho por primera vez, cuando tuve ese impulso por sujetar su pelo mientras la penetraba, descubrí que a ella le gustaba sentirse sometida.
    
    De hecho, tras hablarlo abiertamente, Sofía me contó las cosas que le gustaría experimentar algún día, y debo decir que algunas hasta me han sorprendido viniendo de una niña de su edad. Aunque, conociéndola bien, sé que su forma de ser tan caliente la haría desear tener experiencias intensas. Sin sospecharlo, yo no esperaba que una de esas experiencias iba a ocurrir muy pronto.
    
    Recuerdo cuando un fin de semana, Sofía decidió invitar a su mejor amiga, Abril, a pasarlo en casa. Ese día, cuando tocaron el timbre de la casa, fui a abrir la puerta, mientras Sofía bajaba rápidamente por la escalera. Al abrirla, Abril y su madre nos saludaron. Dejé que Abril entrara, y Sofía la recibió con un beso en la mejilla. La madre de Abril, una mujer bastante bella y conservada, me dijo que ya se iría a trabajar, por lo que dejó a su hija y se despidió de todos.
    
    Te describiré cómo es Abril: tiene la edad de Sofía, mide 1.43, cabellos dorados cortos que le llegaban hasta la mitad del cuello, ojos color miel, contextura corporal delgada, nalgas pequeñas pero redondas, y sus pechos estaban más desarrollados que los de mi hija, por lo que se notaban más debajo de su camiseta. Al igual que Sofía, Abril era una niña muy hermosa, a veces algo tímida, muy educada y amable.
    
    Yo me había tomado el día libre para descansar, así que estuve con las dos niñas en la casa durante todo el día. Además de compartir desayuno, almuerzo y cena, pasamos la tarde en la piscina que teníamos en el jardín. Yo me quedé recostado en la reposera bebiendo una cerveza, mientras veía a esas dos pequeñas bellezas jugueteando en el agua. Sofía llevaba un bikini azul celeste que le quedaba muy sensual, pues la parte inferior era bastante diminuta, al estilo cola-less; mientras que Abril vestía un bikini blanco con florecitas rojas y volados en los bordes, tanto del sostén como en los de las panties, dejando notar sus pechos más desarrollados. Por otro lado, yo sólo vestía unos shorts veraniegos color azul, sin camiseta. Pasé largo tiempo viéndolas jugar, y mi mente no había dejado de imaginar situaciones morbosas con las dos.
    
    Esa noche, luego de la cena, las dos niñas se fueron a la habitación de Sofía, dejando cerrada la puerta. Inmediatamente, y con aquello que me había contado Sofía aquel día en el parque, me imaginé que ambas volverían a jugar con el consolador. Eso me puso ...
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