1. Leonor en la cabina del viejo capitán


    Fecha: 08/06/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anejo, Fuente: TodoRelatos

    ... edad, Leonor. Es una lástima porque eres la más hermosa y sensual de las tres, pero me temo que vas a tener que irte, porque no hay munición en la Santabárbara y el cañón de proa está fuera de servicio.
    
    Eso, capitán, es un agravio insufrible - exclamó Leonor torciendo su hermoso morro - Le he de pedir que recapacite.
    
    No va a arreglarse el problema por mucho que me lo piense, guapa. De donde no hay, no se puede sacar.
    
    Usted no me conoce, señor. Le suplico sólo que no renuncie al placer por ese decaimiento que ahora siente. Concédeme diez minutos. Si luego me lo sigue pidiendo, me iré sin molestarle más.
    
    ¡Caramba! Eres muy tozuda además de muy bella. Está bien, sea como pides, pero no creo que….
    
    Usted haga lo que yo le diga y no piense más. Vamos.
    
    Leonor tomó de la mano a Andrew y lo llevó hacia el lecho. Sin embargo, no se tumbó. Sentó al capitán al borde del camastro y se bajó la parte superior del vestido, dejando sus voluminosos pechos a un palmo del curtido rostro. Dejó que el capitán se recreara en aquel sugestivo panorama y, con un gesto, dio un giro sobre si misma, se sentó sobre las rodillas del hombre y llevó aquellas curtidas manos a tomar posesión de las colinas del placer.
    
    Me gusta que me amasen con fuerza las tetas, Andrew. Especialmente, que me pellizquen los pezones hasta hacerme un poquito de daño. Así, muy bien. Y ahora, quiero que me bese el cuello y vaya subiendo. Más despacio. Mmmm. Me encanta. Ahora meta la lengua en la oreja. Qué cosquillas tan deliciosas me hacen tus patillas. Espera.
    
    Tras dos minutos de tratamiento, Leonor se puso en pie y su vestido cayó l suelo. Volvió a sentarse y friccionó con las nalgas el bulto del capitán, voluminoso pero blandito.
    
    ¡Me está poniendo a mil, travieso! Vamos, quiero que me acaricie aquí abajo. Una mano para los pechos y otra para mi rajita. Uff. Está demasiado mojada… ¡Eh! ¿Qué es ese tronco que noto en el culo?
    
    No lo sé. Pensaba que estaba vacío, pero me calientas como si fueras de fuego. Deja que me desnude yo también. Me duelen los huevos con los pantalones puestos.
    
    Me alegra oír eso, capitán. Desnúdese y siéntese de nuevo. Voy a hacerle una cosa que le va a encantar
    
    (Sin duda a los/as lecotores/as también les encantará observar alguna de las ilustrtaciones que se incorporan el el blog adosados69puntoblogspotpuntocom.)
    
    Leonor ayudó al viejo marino a quitarse las ropas. Le sorprendió la cantidad de vello gris que cubría aquel cuerpo rechoncho pero robusto. La polla era de buen tamaño, pero se notaban las dificultades para mantenerla erguida de su propietario.
    
    Mmmm. Me encantan estas vergas maduritas. Voy a darle un buen repaso.
    
    Leonor sujetó con la mano la polla del capitán y se concentró en lamer y relamer aquel escroto veterano y peludo hasta dejarlo tan mojado como su propia lengua. La verga se hinchó entre sus dedos y el capitán sujetó la cabeza de Leonor para reclamarle que se metiera de una vez el grueso palote en la boca. Leonor no ...