1. Descubriendo un Mundo Nuevo 3


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Incesto Autor: maeztred, Fuente: RelatosEróticos

    ... cada vez mis movimientos eran menos disimulados, al igual que mis intenciones, la presión que ejercía con mis manos y con mis antebrazos sobre los pechos de Amaya se habían convertido, prácticamente, en tocamientos descarados. En algún momento mire por el rabillo del ojo su cara y confirmé que, además de no quitar los ojos de la pantalla fingiendo un interés en la partida, que seguro que ya no tenía, mordía sus labios inferiores con sus preciosos dientes. Había comenzado a tener una importante erección y mis hormonas se abrían paso desordenadamente en mi cerebro, apartando a empujones lo que quedaba de mi raciocinio, que cada vez empezaba a estar menos presente. Decidí dar un paso más
    
    -Bueno prima, yo creo que estás preparada para jugar sola, pero no te preocupes que yo te guío.
    
    Y dicho esto le entregué el mando a ella, que lo cogió con cara de no entender muy bien porqué dejaba de hacer lo que estaba haciendo y qué venía ahora, y un tanto desconcertada puso cara de niña aplicada e intento concentrarse en el juego. Me incliné para estar más cerca de ella, y mientras lo hacía yo, como el que no quiere la cosa, puse mi mano izquierda sobre su muslo derecho. Me sorprendió, no solo su suavidad, sino también que en ese momento la piel se le erizó y que ella estaba ardiendo. No hizo ni un solo gesto, como si no hubiera notado mi mano en su muslo, como si lo que yo hice en aquel momento hubiese sido ajeno a ella o lo más normal del mundo. Siempre había tenido confianza con mi prima pero nunca en ese sentido. Aún más caliente por la falta de reacción de Amaya, y siempre bajo la atenta mirada de María, subí un poco más mi mano hasta ponerla cerca de su ingle y aquí sí, Amaya se removió en el asiento, echando un poco su culito hacia atrás, como en un intento fingido de escapar de mi mano, pero siguió sin dirigirme ni siquiera una palabra o una mirada. Dejé resbalar la mano al interior de su muslo, cerca de la ingle y ella empezó a mover sus piernas con nerviosismo. Estaba claro que mis caricias la estaban afectando mucho, (a mí también). Me incorporé junto a ella, para darle un par de indicaciones sobre el juego, para seguir con mi papel.
    
    -Sí Amaya, mira si le das a la X harás un pase preciso, ves… así
    
    Y presione el botón para hacer una demostración rápida. Ella solamente desvío la mirada del mando un momento me miro a la cara y comprobé que estaba totalmente colorada y tenía su boca entreabierta con los labios muy rojos
    
    -Si, ya lo veo
    
    Fue lo único que atinó a decirme. Enseguida volvió a dirigir su mirada a la pantalla. Me puse recto y aprovechando que estaba de pie apoye mi mano sobre su hombro izquierdo, cerca de su cuello, de manera que tocaba a la vez su piel y el tirante de su mono, y disimuladamente, despacio, dirigí mi mano primero hacia su cuello en una lenta y suave caricia con la yema de mis dedos y después hacia la derecha, en su hombro, de forma que podía deslizar, poco a poco, la tela de su tirante, y la parte de arriba de su ...
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