1. Que estoy haciendo?


    Fecha: 07/06/2019, Categorías: Zoofilia Autor: Tania, Fuente: TodoRelatos

    Hola a todos, mi nombre es Tania, escondiendo mi nombre real voy a contar algo que nunca jamás habría pensado que sucedería, pues la verdad es que me oculto tras estas palabras para explicar algo que hace un tiempo me ocurrió y que nunca hubiera imaginado sentir.
    
    Soy universitaria, mi último año, como toda persona he tenido relaciones y en mi caso hetero siempre, mi físico es el de una mujer normal, no alardeo de nada pues creo que como toda mujer si deseo sacar mayor partido se que puntos he de potenciar para conseguir mis objetivos.
    
    Todo ha pasado hace unos meses pues mi hermano y mi cuñada, por tema de viaje me dejaron en casa su perro para cuidar de él desde un viernes hasta la mañana del lunes.
    
    Si os digo la verdad yo no soy de animales, y mucho menos ese perro taaan grande.... Le tengo miedo sinceramente.
    
    Tampoco se de cuidados, pero imagino que por unos días podrá vivir en mi piso que aunque es muy pequeño, nos dará a ambos para compartir y vivir unos días.
    
    El viernes por la noche fue la entrega, mi cuñada me enseñó cantidades de comida, su bebedero y lo que peor iba a llevar... Bolsitas para lo que ya imagináis que el perro necesita.
    
    Si os digo la verdad estaba nerviosa pero he de decir que Thor, es un perro super educado, con las palabras clave, obedecía a todo.
    
    Al poco de irse y quedarme con el a solas, llegaron unas amigas de la uni, y todas estaban locas con Thor, supongo que yo aún no las tenía todas conmigo pues nunca he tenido animales y menos un perro y de ese tamaño, pero supongo que ellas si tienen o han tenido y les parecia encantador por lo bueno que es.
    
    La noche fue genial, habíamos quedado para cenar juntas y pasar un buen rato, aunque al final la noche se alargó y bebimos un poco más de la cuenta.
    
    Lo más sorprendente es que Thor, no nos molestó nada, el se quedó en su rincón y solo reaccionaba a las risas o algún grito de nuestras conversaciones. La verdad es que ni se movía.
    
    Ya se fueron todas, y aunque insistí en que alguna se quedara por su estado, ellas querían volver a casa.
    
    Si bien una vez ellas se fueron yo me dirigí a mi cama y una vez tumbada en ella, llamé a Thor.
    
    Yo he visto en películas que si los llamas se suben a la cama y que luego hasta se quedan durmiendo a tu lado, me hizo gracia pensar en ello y lo intenté. El no subía, debía ser que mi hermano y cuñada no se lo permiten en casa pues se quedaba de pie en el lado.
    
    Meneaba la cola pero no daba ese paso, yo no sé si hacía bien en intentar subirlo, pero lo intenté cogiendo de la cintura y empujando.
    
    Pesaba mucho, yo no soy una mujer muy corpulenta ni fuerte y en aquel instante me parecía que pesaba un quintal dejándome en evidencia.
    
    Al abrazarlo y tirar dio un pequeño salto y sentí como por fin se subía, aunque al hacerlo también noté en mi brazo algo que se clavaba relativamente duro.
    
    No quiero engañar, en aquel instante sentí un asco tremendo pues imaginaba que es lo que que me había tocado, y fui rápidamente ...
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