Bucal callejero en Biarritz - Relatos Eróticos

Bucal callejero en Biarritz

... de placer y en el instante en que llegué a sus ya húmedos labios vaginales por detrás, se estremeció y acto seguido metió su mano dentro de mi pantalón y me agarró la pija. Empezó a masturbarme suavemente y limitada por las prendas de vestir que eran en ese momento nuestro mayor enemigo. Yo le inserté un dedo en su concha ardiente como pude (muy incómodo ingresando por atrás, bordeando el ano y el perineo) y no pudo contenerse y gritó: “Ahhh” cerrando los ojos e inclinando la cabeza hacia atrás. Cuando recuperó el habla, mi chica me miró fijamente y me dijo: “me quiero comer esta verga”. Mi corazón se aceleró mucho ante esta súplica, retiré mi dedo de su chucha y sin pensarlo ni un segundo respondí: “sí mi amor, es toda tuya”. En estos momentos nunca piensa la cabeza de arriba, si no que es el glande quien decide por nosotros, pero algo de cordura tuve y la frené cuando ya había sacado la pija al exterior. Le dije: “vayamos a algún lugar algo más protegido”. Serían las 11:30 pm, estábamos en la vereda de una calle iluminada por faroles y, si bien casi no pasaban autos, era muy riesgoso practicar unafellatio ahí nomás, a quemarropa y muy expuestos. Caminamos a las apuradas unos 150 metros y divisamos un terreno en la vereda de enfrente que parecía ser un estacionamiento del barrio, de esos sin control ni barreras. ¡Bingo, lugar ideal! Retomamos los besos y a los dos minutos ya me había bajado los pantalones por completo y mi pene endurecido le quedó servido. Había poca luz en el predio, pero al levantar la vista pude ver varios departamentos que daban alparking con la luz prendida. Eso me generó un morbo tremendo y justo en ese instante mi novia, ya de rodillas, se devoró mi pija de un bocado, sin preámbulo ni besitos cariñosos. Simplemente se la metió hasta el fondo de la garganta y comenzó su faena. Yo volaba de tanto placer, estaba realmente muy caliente y toda la situación me encendía aún más. Veía su cabeza y su nariz yendo y viniendo y agradecía por tener una novia tan puta y viciosa. Cada tanto ella levantaba la mirada y me observaba en la oscuridad sin pronunciar palabra. Sus ojos delataban lujuria y ganas de mucho más y eso me ponía más cachondo, si cabe. Mi chica era una experta en el arte de mamar y sabía perfectamente que si presionaba con fuerza sus labios contra mi cabeza mientras iba y venía, yo acababa enseguida. Conocía eltiming de memoria y manipulaba mi herramienta como si hubiera sido suya toda su vida. De golpe la metió bien hasta el fondo, tocando su úvula con mi glande, como si la fuera a tragar, su nariz aplastada contra mi pubis, y así se quedó unos 20 segundos sin respirar ni moverse. La expulsó con una violenta arcada e inhaló todo el aire que pudo. Me miró fijamente y me dijo: “me quiero tomar toda tu leche”. Yo le sonreí y no atiné a responder nada porque sentí más presión de sus labios sobre la cabeza de mi verga y sabía que el orgasmo era inminente. La mamada continuó unos dos o tres minutos más, el pulso se me ...