Bucal callejero en Biarritz - Relatos Eróticos

Bucal callejero en Biarritz

Esta historia sucedió en agosto de 2010 en la ciudad costera del sudoeste de Francia. Habíamos viajado con mi novia de aquel entonces por un fin de semana largo para aprovechar los últimos momentos del verano.

Nos alojamos en el departamento prestado de unos amigos que quedaba a escasos metros de la playa, con lo cual era muy cómodo. Habíamos llegado en tren por lo tanto no teníamos auto y todo se recorría a pie.

Estábamos transitando el primer año de convivencia, con lo cual todo era idílico y andábamos cachondos todo el tiempo, cogiendo una, dos y hasta tres veces por día, casi todos los días. Literalmente le sacaba punta a mi pija.

La primera noche hicimos el amor ni bien entramos al cuarto, como una forma de “marcar” nuestro territorio. Al día siguiente cogimos nuevamente al despertar, el famoso mañanero y fuimos descargados a la playa sonriendo. Fue una jornada larga, de mucho calor y a la noche no hubo sexo.

El segundo día llovió así que decidimos ir a recorrer la bella ciudad a pie. Salimos tipo 10:30 am del departamento y encaramos para el centro. Allí almorzamos y conocimos toda la zona. Luego seguimos caminando toda la tarde y al haber parado la lluvia, la caminata se hizo mucho más amena. Llegamos hasta las afueras de la ciudad y encontramos un café simpático, donde nos quedamos platicando como 2 horas, comiendo deliciosasviennoisseries y tomando té. Al salir del local continuamos marchando nuevamente hacia el centro y a la búsqueda de un restaurante para comer. Arribamos por azar a unabrasserie típica delSud-Ouest, de la región deGironde y allí comimos unos patos muy ricos con papas a la crema y bebimos una botella entera de vino tinto. Para cerrar, fondeamos dos chupitos deCalvados cada uno; este era un licor típico de la región de Normandía que a mí me encantaba. Salimos del lugar bastante “picados”, como se imaginarán, y a las pocas cuadras empezamos a los besos. Besos tranquilos en un principio, chupones unos minutos después y besos súper profundos con lengua entera al rato. La calentura de ambos subía a toda velocidad y ya no nos podíamos separar; apoyados contra una pared cualquiera, bombeábamos sin parar y yo le tocaba el culo descaradamente. Mi novia sentía mi pija dura pinchándola ahí en la entrepierna y cada vez me apretaba más contra su cuerpo. En los pocos instantes que aflojábamos con los besos, ella dejaba escapar unos gemidos de placer. Estaba claro que no podíamos continuar así. Mi chica me agarró el paquete y siguió con los besos con lengua; yo volaba de la excitación y le metí la mano por detrás, explorando entre su tanga, su pantalón y los cachetes increíbles de su culo. Abro paréntesis, porque hay que decirlo, mi novia tenía un orto de esos de película porno, bien duro, moldeado, cero celulitis, piel suave y un ano dulce como la miel que también tuve la dicha de visitar. Por lo demás era algo petisa y con tetas estándar pero su trasero era alucinante, y cómo lo llevaba. Cierro paréntesis. Ella vibraba ...