1. La mama de Benito


    Fecha: 04/06/2019, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... hacerlo, pero hasta entonces pocos eran los rumores acerca de la mamá de Benito, que en aquel entonces todavía no era mamá y Benito andaba todavía en los huevos de aquel cabrón que terminó preñándola.
    
    Pero bueno, como "a cada capillita le llega su fiestecita" me llegó el turno, y el del Borolas, y el del Chorizos, y el del Rana, y el del Marciano, y el del portero, y el del Hermano, y el del..., en fin el turno de todos, hasta del Bimbollo que fue quien organizó el bailongo para celebrar nuestro primero y único, campeonato.
    
    Toda la cuadra aportó lo suyo, que si unos refrescos, que si el mole, que un frasco, que el sonido, en fin todos pusieron lo suyo, y la mamá de Benito también, pero no se piense mal, ella colaboró ayudando en la cocina, sirviendo y lavando platos.
    
    Todos bailábamos al son de La Culebra —pero no en la versión de la Banda Machos, sino en la de Benny More— cuando se me antojó ir a mear y justo cuando iba a entrar al baño choqué con alguien, nunca supe quien era pero llevaba prisa, pero cuando por fin, luego de mentar madres, entré a ese cuartucho que servía como baño, la descubrí en medio de la penumbra, era la mamá de Benito, fijó sus ojos en los míos y sólo alcanzó a decir "¿tú también?, pues al menos cierra la puerta?", mi embotada mente reaccionó, empujé la puerta con la mano en el justo momento en que ella se empinaba, apoyando las manos en la tasa del baño y subiendo sus amplias faldas. Como alucinado fijé mis ojos en aquel portento de carnes, los globos carnosos, redondos, lisos, perfectos, con aquella hendidura en medio, más oscura, pero delineando a la perfección unas nalgas que ni Goya las hubiera imaginado.
    
    Su voz me sacó de trance, "anda apúrate", traté de darme prisa, saqué mi pinga medio dormida de la bragueta del pantalón, con la borrachera ni la verga se me paraba, por eso le agarré las nalgas con ambas manos, acariciando los cachetes, apretando los dedos sobre la piel, separando los glúteos para escudriñar con ojo avisor sus profundidades, entonces ví un hilillo de leche escurriendo por sus piernas, tal vez aquello me excitó pues al momento sentí dura la verga. Entonces me enderecé y apuntando el pito entre aquel glorioso par de nalgas se la dejé ir, atiné a la primera. Mi verga sintió la deliciosa presión de un ambudo de carne caliente y pegajosa, ya estaba hasta adentro de su panocha, mis huevos chocaron contra los cachetes de su culo, mis dedos atenazaron aquella carne que se desbordaba entre ellos y mis ansias incrementaban los embates de mi cuerpo contra aquella mujer, que con cada empujón chocaba con su cabeza contra el mueble del baño.
    
    Seguí cogiéndome aquel portentoso culo, como alucinado, era como estar en el cielo. Luego escuché sus gemidos, eran como "hummmjjjuum, huummmm", para luego "espera, deeeespacio, despacio, nooooo te lo vas a acabar, hummm, desssspaciiioooo". Luego sentí en la verga algo que me succionaba, que me llamaba, que me exprimía, su voz "¿sientes?", y los apretones sobre ...
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