1. Me convierto en sumisa en un sex shop


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Dominación / BDSM Autor: kittysumise79, Fuente: TodoRelatos

    ... rostro, era el primer roce de su piel contra la mía y me excitó muchísimo—, gracias —me dio un dulce y suave beso en los labios casi imperceptible—. Siéntate en el banco, ahora vuelvo.
    
    No podía decir que no, me senté, estaba saciada, no me avergonzaba lo que acababa de suceder. Había sido algo diferente y consentido por ambas partes, no debía sentirme culpable, mi marido no me atendía y no había habido penetración. No era lo mismo que si le pusiera los cuernos con un hombre. ¿No?
    
    Descorrió la cortina y no la cerró.
    
    Se me encendieron las mejillas, me daba vergüenza si alguien me veía así.
    
    —La-la cortina —titubeé.
    
    —Déjala, está bien así.
    
    Lorraine se marchó y vi mi reflejo en una columna de espejo que había justo enfrente. Mi coño brillaba tanto como mis ojos. Tenía la piel sonrosada y la mirada anhelante, cargada de lujuria. Pensé en lo que ocurriría si alguien me veía así y solo me vino una palabra a la mente, excitación.
    
    Lorraine volvió, solo llevaba una fregona en la mano, limpió el suelo mientras me miraba sonriente. Yo me sentía un poco nerviosa, ella lo notó.
    
    —No te preocupes, en mi tienda lo que acaba de ocurrir, puede ocurrir, aquí todos somos libres y todos lo saben, nadie te juzgará —me tendió la mano—, ven, ponte esto —me colocó una máscara con orejas de gato que me cubría la mitad del rostro—, y ahora sal del probador y ponte frente al espejo de la columna.
    
    —¿Desnuda? —ella asintió y me apretó la mano infundiéndome valor.
    
    Salí, en la tienda no se veía nadie, y si lo hubiera, creo que me habría dado mucho morbo que alguien pudiera pasar y verme de esa manera, mis pezones seguían hinchados y el leve sonrojo cubría mi piel.
    
    —Vamos a probarte esto —me puso un colgante con muchas piedras verdes en el cuello que caían en cascada entre mis pechos y una bajaba hasta mi ombligo, salían dos cadenitas muy finas, y en el extremo había dos hilos plateados formado una especie de argolla, ella se puso delante de mí, pasó una fina argolla por un pezón y la ajustó, enroscando una de las piedras verdes hasta que lo tensó mucho, este estaba proyectado hacia delante y sentía cómo se agolpaba la sangre en él.
    
    Me mordí los labios frente a ese dolor que tanto me gustó, cuando fue hacia el otro pezón, ardía por la expectativa. Me miré en el espejo y me di cuenta que un hombre me miraba a través de él y eso me excitó, estaba allí de pie sin decir nada, solo mirando la situación a unos metros de mí.
    
    Lorraine ajustó la piedra y yo gemí, me volvía a notar húmeda entre las piernas, estaba muy sensible con lo ocurrido. Ella se puso tras de mí y acarició mis enhiestos pezones, arrancándome un nuevo gemido. La escena era demoledora, yo desnuda apoyada en su pecho con la máscara y las cadenas que colgaban por mi cuerpo. El desconocido se acercó un par de pasos para ver mejor. Me gustaba lo que veía a través del espejo y parecía que a él también. Lorraine me habló explicándome para qué servían aquellas piedras mientras sus manos ...
«1...345...8»