De electricista a ginecólogo nueva edición - Relatos Eróticos

De electricista a ginecólogo nueva edición

... mejor que el siguiera con lo que estaba haciendo, lo mio era saber si podía seguir tomando las pastillas, ya que era imposible que me iba a portar bien para la ciudad a dónde íbamos y que además dentro de un mes, continuaríamos el viajando solo que en un cruceros.

Por lo que estaba dispuesta a llegar hasta lo último con el doctor, quería tener la seguridad que las pastillas me protegerían contra cualquier embarazo, pero debo reconocer que sus besos en mis chichis y su mano en mi cosita, ya me tenían viendo estrellitas, por lo que sin querer le dije

-si doctor, haga todo lo que usted crea conveniente, solo quiero estar seguro que las pastillas me presten.

La chiquilla me seguía dando luz verde para continuar con mis avances, estaba tan muy excitado que no me aguante y comencé a besar cada seno además de mordisquear cada pezón,

Mientras que con la otra mano empapada de sus jugos, le amasaba el otro seno, a estas alturas la niña comenzó a gemir de una manera más auditiva, de esta manera me comencé a comer sus senos como si fuera mi amante

Pero ya quería cogérmela así que con el mayor descaro del mundo le dije aprovechando su entrega

-señorita también necesito saber si el fluido que sale de tu parte sexual es de un pH ácido o normal, pero tendré que probarlo con mi saliva, ya que el laboratorio está cerrado a esta hora.

La chica que de broma podía hablar como autómata me dijo

-sí, si doctor ya le dije que puede hacer lo que quiera, estoy consciente, que llegue tarde y de verdad necesito su visto bueno de cómo está reaccionando mi cuerpo por las pastillas

-está bien gracias por tu confianza, pero no lo vallas a tomar a mal, ya que tendré que probar tu pH con mi boca, con mi experiencia se a la perfección cuando es acido o no.

-como usted diga doctor si lo que quiere es mi aprobación, solo continué, yo confió en su experiencia.

Me volví a colocar en la misma posición cuando comenzamos el examen solo que aparte el aparato de las piernas y la silla, la volví a acomodar al borde de la camilla y sin pensarlo, coloque mi cara en su vagina he hice como si estuviera observando la zona

Al ver su divina entrada, este brillaba por sus jugos, y sin que ella se diera cuenta afloje la correa de mi pantalón, ya que estaba seguro de que me la podría coger después que terminara con el sexo oral que estaba por darle, ya sin previo aviso comencé a pasar mi lengua, haciendo como si probara, siempre atenta viendo lo que le hacía, pero de igual manera seguía con mi procedimiento, hasta que recostó su cabeza en la camilla, y desde esa posición me pregunto

-dígame está muy ácido doctor?

Yo loco de poder seguir tomándome sus jugos le dije

-no se hay algo que no me gusta, pero déjeme volver a probar para estar seguro.

Sin más le metí un dedo, que entro con facilidad por lo mojada que estaba, luego lo saque y lo probé, y la verdad que sabía a gloria, que divinidad de almeja,

Yo seguía con mi supuesta exploración, provocando en ...