1. Capítulo 2: De su hijo a su mujer (Orgasmo involuntario)


    Fecha: 03/06/2019, Categorías: Gays Incesto Sexo con Maduras Autor: MachoLingerie, Fuente: SexoSinTabues30

    ... de conseguir mi objetivo, que era disfrutar de su pene como hacía casi todas las noches, aunque ahora me doy cuenta que el peligro latente de que me sorprendiera jugando con su pene me excitaba tanto que lo hacía aún más placentero.
    
    Esa noche, luego de tirarle el cabello, se movió un poco, entreabrió sus labios, tomó aire y siguió durmiendo. Yo solo podía verlo por la luz de los focos del jardín que entraba por la ventana. Me moví un poco para comprobar que no despertaría y ante su pesado sueño moví mi cabeza para acercar mi boca a su cara. Le besé su mejilla y aunque tenía un poco de barba no separé mis labios de ahí. Estirando un poco más mi cuello llegué a la comisura de sus labios y lo besé, rápido, para que no despertara. Después de un momento, más decidido, puse mis labios sobre los suyos.
    
    Muchas veces nos besábamos en la boca, muchas veces sentí sus labios gruesos y varoniles sobre los míos, pequeños, rosados y suaves. Pero no eran los besos que buscaba y deseaba esa noche. Yo quería convertirme en la heroína de las películas. Yo quería sentir esos besos que los actores le daban a las actrices e imaginaba, al pegar mis pequeños labios a los suyos, que él me tragara con pasión, como Han Solo lo hizo con la princesa Leia.
    
    Yo deseaba con todas mis fuerzas ser esa princesa y entregarme a mi hombre amado… quizás para sellar esta unión de padre e hijo… pero, aunque era un niño que sabía que dos hombres no podían estar juntos, deseaba en lo más profundo de mi ser que esa unión fuese como la de un hombre y una mujer… deseaba convertirme en mujer por un momento para que mi padre me tomara y me hiciera suya, al menos con sus labios en los míos, mientras sus brazos me protegían completamente.
    
    Mi boca sobre la suya me permitía sentir su aliento, su respiración que tanto amaba, el calor que emanaba de su cuerpo y que me provocaba una sensación de placer que pocas veces he vuelto a sentir con tanto candor como entonces. Mientras mi boca ya actuaba por iniciativa propia, mi mano que desde hace un rato acariciaba su pecho por sobre la polera, comenzó a bajar por su abdomen hasta llegar a su pantalón. La tarea no era fácil porque había un cierre y un cinturón de por medio, pero mis manos ya habilidosas en ese afán, después de meses de práctica, no tardaron mucho en superar el desafío y tuve ante mí el pene de mi papá, escondido tan solo debajo de un slip que me dejaba sentir el calor y los pequeños saltos que daba como reacción a mis roces furtivos.
    
    Dejé de besarlo y me escabullí cuidadosamente bajo las sábanas con la respiración entrecortada y mi corazón palpitando de miedo. Mis piernas pudieron sentir el vello de sus piernas mientras me deslizaba hacia abajo y mis manos palpando sus caderas llegaron hasta el bulto que se formaba bajo el slip en su entrepierna. Su pene bajo mis manos comenzó a erectarse hasta que parte de su piel se asomó por el borde del slip. Acerqué mis labios para besarle como me gustaba hacerlo… sintiendo la humedad ...