1. Cuando me cojí a los viejos verdes de mi trabajo


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Sexo con Maduras Autor: EroticTheme, Fuente: SexoSinTabues30

    ... que era la mejor mamada que le habían dado y yo le prometí que no sería la última.
    
    Para finalizar quisiera contarles esta historia que muestra la ventaja que muchas veces tenemos las mujeres, lo cual no es una excusa para que nos falten el respeto pero también es algo a considerar. Lo siguiente ocurrió con el mismísimo jefe Oscar, después de algunos meses ya estaba un poco cansada de aquel trabajo y tenía ganas de entrar a estudiar, sin embargo no tenía tiempo para hacer ambas cosas ni tampoco ganaba lo suficiente para ahorrar así que decidí hacer algo al respecto. Estuve varios días dudando y repasandolo en mi mente hasta que cierto día me atreví a decirle a don Oscar que quería un ascenso, él se mostró extrañado de la solicitud y me dijo, pasa a mi oficina a las cuatro y lo conversamos a lo que respondí con un alegre ¡sí! seguramente con una feliz sonrisa. No podía esperar a que dieran las cuatro para saber si el jefe me daría o no el ascenso, miraba a cada rato el reloj hasta que después de una espera eterna por fin llegó el momento. Golpee la puerta de la oficina, desde donde escuché: -¿Maquita? -sí -dame un minuto -ok Luego de una pequeña espera me permitió pasar, estaba detrás de su escritorio con una expresión extraña en el rostro, al acercarme me dí cuenta que estaba sentado, con la verga afuera masturbándose suavemente mientras me miraba, al ver mi cara de asombro me dijo: -tú quieres que te suba el sueldo y te rebaje horas de trabajo, los ascensos no se ganan gratis, ¿qué harás? Mi cabeza daba vueltas, odié como una persona usaba su poder para manipularme de esa forma, sin embargo tenía razón, el sexo es una buena moneda de cambio. Caminé a su lado, me agaché un poco para masturbarlo mientras él se acomodaba en la silla, su pene era tamaño pequeño pero por alguna razón me calentaba mucho, me puse de rodillas frente a él, posé mis manos en sus muslos y de un bocado me comí su verga, puse la mejor cara de puta que pude y fijé mis ojos en su rostro mientras levantaba lentamente mi cabeza sacando su verga de la boca, giré mi cabeza para mamarla de forma horizontal metiendola en mi boca y apretándola contra la mejilla, él solo observaba lo que yo hacía, comencé a besar suavemente su pelvis mientras mis manos acariciaban sus muslos y nuevamente la metí toda en mi boca esta vez chupandola de arriba a abajo ritmicamente: -uff estoy muy caliente Maquita, te ves tan inocente pero lo haces muy bien, levántate Me levanté y él metió sus manos bajo mi falda bajando mis calzones, luego acercó su rostro y comenzó a besar mi pelvis, luego pasó su lengua un par de veces por mi clítoris lo cual me calentó mucho. Comenzó a desabrochar mi camisa y quitar mi bassier, como si fuera una muñeca a sus órdenes, me dijo que me subiera a su verga, el tomó mis nalgas y comenzó a levantarlas para aydudarme a cabalgar, mientras me penetraba besaba suavemente mis pezones y de vez en cuando me daba nalgadas -ayy Maquita, desde que llegaste esperé el día para cogerte ...