1. El becario


    Fecha: 18/03/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tiraba su cabeza hacia atrás facilitando a Nacho que le diera pequeños mordiscos en el cuello al tiempo que disimuladamente acariciaba su figura.
    
    Nuria se giró y le rodeo el cuello con sus brazos mientras se miraban a los ojos con las frentes unidas. Nacho la atrajo hacia sí con la mano en su espalda que lentamente descendió hasta su culo y agarró las prietas nalgas de la periodista. Cuando ella se lanzó a besarle nadie reparaba en ellos y todos bailaban Al ritmo de la noche.”
    
    No pudo evitar excitarse con el recuerdo y sus pezones respondieron. Tratando de borrar aquel recuerdo de su mente saltó de la cama cubriéndose las tetas con la sábana, destapando el cuerpo desnudo del becario que se deleitó con la imagen desnuda del culo de ella mientras abandonaba la habitación.
    
    En el salón de aquella vivienda extraña para ella, Nuria recogía su ropa esparcida por la estancia rememorando como la había perdido:
    
    “Tras el calentón del baile y con la ingesta de alcohol ella se dejó arrastrar por Nacho hasta un taxi que les condujo hasta el pequeño apartamento del becario. Durante el trayecto la pareja se comía a besos en el asiento trasero mientras el taxista les echaba una mirada lasciva por el espejo retrovisor.
    
    En el ascensor ella comenzó a desabotonar la camisa de su joven compañero para morder y lamer su lampiño pecho. En el salón, y camino del dormitorio, él tiró del vestido negro forzando una de las costuras y liberando dos maravillosos pechos redondos que comenzaban a perder la batalla contra la gravedad. Como si lo necesitase para vivir, Nacho, se lanzó a morder los pezones oscuros arrancando gemidos de placer de la cuarentona.
    
    Una Nuria excitadísima y tan sola vestida con un tanga de encajes negro y unos zapatos de tacón de aguja fue levantada en vilo por los musculados brazos del veinteañero. Tumbada sobre la cama, la periodista se dejó recorrer por los carnosos labios del becario que lamían la piel morena de ella, cubriéndola de saliva caliente desde el cuello, bajando por los pezones endurecidos de placer. Siguiendo por el abdomen, recorrió cada encaje de la ropa interior con la punta de la lengua embriagado por el maravilloso aroma a sexo, para acabar mordiendo el interior de los muslos.
    
    Nuria se pellizcaba los pezones sintiendo el hormigueo que le producía la lengua de Nacho, el becario, recorriendo su anatomía. Su sexo latía a punto de explotar como un volcán en erupción, su flujo manaba como lava ardiente. El éxtasis llegó cuando Nacho apartó el fino tanga que cubría la cuidada mata de vello púbico de su vulva y la demoníaca lengua ardiente surcó cada pliegue de su sexo abriéndose paso desde su ano hasta su clítoris para llevarla a la gloria donde entró con un grito orgásmico agarrada a la cabeza de su amante.”
    
    Como pudo se introdujo el vestido por los pies descubriendo que estaba roto por una de sus costuras, se olvidó colocarse antes el tanga. Sentía una contradictoria sensación de cabreo consigo misma y excitación ...