1. Túnel dimensional, Camelot


    Fecha: 01/06/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... tras darle un par de lamidas para comprobar su consistencia la dirigí al coñito de la reina.
    
    Estábamos perfectamente acompasados. Arturo sujetaba mi cadera para que no le diera cabezazos en el vientre a Lancelot mientras él me follaba firme. Yo tenía ante mis ojos calenturientos la dura polla del caballero entrando en el xoxito de la rubia. Y desde luego que no me privé de acariciar su clítoris e incluso de vez en cuando podía lamerlo.
    
    Siempre había pensado que lo de las espadas era algún tipo de simbología fálica. Pero aquello superaba mis mayores espectativas. Como sabían manejar sus falos aquellos dos. La reina y yo no parábamos de corrernos. Por la forma en que las dos pollas se mantenían duras alguna influencia tendría Merlín en ello.
    
    Dos galantes caballeros preparados para dar placer a sus dos damas hambrientas de buen sexo. Hacía rato que había perdido la cuenta de mis orgasmos cuando ellos sacaron los rabos de nuestro interior. Ambas llevamos la que teníamos más cerca a nuestras bocas para saborear la mezcla de jugos de la otra con el del semen que ellos habían echado.
    
    Estaba claro que algo de las habilidades del mago había de por medio por que aquello no había perdido nada de su dureza ni aún después de haberse corrido.
    
    La reina me llamó a su lado para besarnos y compartir sabores en nuestras lenguas abrazadas y acariciándonos. Ella era tan pervertida como los demás que compartíamos su lecho. Me dijo:
    
    - Vamos a disfrutar del espectáculo. Chicos, vuestro turno.
    
    - A sus órdenes, majestad.
    
    Se limitaron a responder. Y se juntaron en un beso lascivo que nos puso los dientes largos a las dos. Lancelot agarró la dos pollas y las pajeó juntas frotando una contra otra. El rey en cambio echó las dos manos al durísimo culo de su caballero. Se le notaban las muchas horas cabalgando y no solo sobre un jaco.
    
    Arturo terminó sentado en el lecho a nuestro lado mientras Lanzarote se subía sobre su dura polla mirándolo de frente. Nosotras nos movimos para contemplar la escena con más detalle y poder acariciar a los dos guerreros. Se notaba que el ano del paladín estaba acostumbrado a recibir la regia verga. Además de tener el mismo truco de lubricación que el nabo de Merlín.
    
    Mientras contemplaba la erótica escena no podía descansar y mis manos recorrían las pieles de todos los participantes sin pausa. Tampoco ellos paraban de follarse.
    
    Creo que no salimos de aquella estancia en dos días. Es difícil calcular el tiempo cuando la única luz natural que nos llegaba era a través de una estrecha saetera. Periódicamente bellos jóvenes y chicas nos traían viandas que disfrutábamos juntos.
    
    Pero el rey tenía que volver a atender los asuntos de Camelot y me permitieron regresar a los tiernos y cariñosos brazos de la morena Morgana. Una de sus pociones me permitió recuperar fuerzas con rapidez tras la orgia con los reyes.
    
    No solo de sexo vive la mujer. Así que también pude disfrutar de cabalgar por la campiña inglesa. De conocer a ...
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