1. La historia de Ángel, solo era un muchacho (1)


    Fecha: 30/05/2019, Categorías: Gays Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos

    ... como dar placer a los machos que te cogerán. -para ese momento Pablo acariciaba mi pecho y pasaba los dedos por mis tetitas acariciadores y con ternura.
    
    -Eres tan hermoso Ángel, tan increíblemente bello y excitante, tan lindo. -sus palabras si que lo eran y dichas con una extraña dulzura como nunca me habían dicho. Se fue inclinando hasta unir nuestras bocas, me incendiaba lo bonito y dulce que besaba, noté como empujaba con la lengua y abrí la boca para dejarle que entrara.
    
    -¡Oh! Pablo, me gusta. -seguro que no me escuchaba pero me equivoqué otra vez.
    
    -Tu boca es fácil de besar precioso, tu saliva sabe dulce y muy rica.
    
    Sentí que me estremecía y temblaba todo el cuerpo, me trataba como si fuera un cristal precioso a punto de romperse, y deseaba como nunca hice sentirme de ese muchacho, apenas unos años mayor que yo.
    
    Me quitó la chaqueta de dormir que me había colocado, era cierto que la ropa de Oriol parecía hecha para mi y había cogido un trajecito de pantalón corto y chaquetita de manga corta con dos botones, todo en seda.
    
    -Que tetitas más bonitas. -comenzó a chuparlas con suavidad y a morderlas con los labios.
    
    -¡Qué rico Pablo!
    
    -Tu si que estas rico precioso. -no podía aguantar más y moví la mano para cogerle la verga, me entorpecía su ropa, quería sentirla de verdad, no como la enseñaba la pantalla del ordenador.
    
    -Quítate la ropa Pablo. -me obedeció con rapidez y le vi de rodillas quitándose la chaqueta igual que la mía, su polla era preciosa con el glande gordo y redondo, húmedo de lo que salía por la uretra.
    
    La boca se me hizo agua, era un chico varonil y guapo, más que guapo, sensual y deseable, un excelente macho bien dotado, su verga tendría unos diecinueve centímetros, el grosor proporcionado, y con venas enraizándose en el fuste, el vello le llegaba un poco más abajo de la mitad de la polla, y los testículos se movían airosos muy negros.
    
    Ya había chupado algunas vergas además de las de mis novios, pero ninguna tan hermosa y tentadora como aquella, quise chuparla, lamerla, pero el macho que mandaba era Pablo y él tenía otra idea.
    
    -Colócate arrodillado y saca el culito, quiero comértelo con la boca antes de darle la verga. -hice lo que me pedía sin dudarlo, obedecía a aquel joven macho que sabía mandar sin gritar, dominar la voluntad con palabras suaves, controlar la situación como si fuera un experimentado semental.
    
    Lo primero que sentí fue el soplo de su aliento, cálido casi quemando en mi hoyito.
    
    -Tienes un culito divino Ángelito, con un embudo perfecto para llevar la verga a su centro. -pasó la lengua logrando que diera un gemido.
    
    -Riquísimo, te lo has lavado bebito, sabes como funciona esto, resultarás un prodigio.
    
    Yo gemía y Pablo rugía comiéndole el culo, no podía controlarlo y sentía abrirme para su lengua.
    
    -¡Qué rico Pablo! ¡Qué rico me la das! ¡Ayyy! ¡Ayyy! ¡Ayyy! Pablo, me muero, ¡Qué gusto!
    
    -¿Te lo hago bien precioso?
    
    -¡Ayyy! ¡Ayyy! ¡Ayyy! Sí, sí, sí, quiero tu lengua ...
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