Teresa, mi vecina, me ayuda a superarlo (ll). - Relatos Eróticos

Teresa, mi vecina, me ayuda a superarlo (ll).

... verga alcanza su plenitud

Conduzco su mano por mi entrepierna…haciendo que la punta de sus dedos rocen con mis muslos y mi bajo vientre…dejo que se enreden entre mis pelos sin dejarle saber a ciencia cierta lo que está tocando…hasta que finalmente hago que el borde de su mano roce de arriba abajo mi verga.

—Uhmmm…papito mío….¿puedo verla? ¿puedo?—me pide con insistencia, quiere ver si mi verga ya saca el juguito que tanto le gusta. La he enseñado bien… sabe hacer buenas pajas pero esta es distinta.

—No mi niña…estamos jugando a la mano tonta…y tu no debes ver lo que hacemos…debo reservarte para más adelante—le respondo.

Pon los deditos como una pinza…así—le digo al tiempo que hago que ponga su pulgar sobre el pellejo, justo encima de la mitad del glande y los otros dedos en el extremo opuesto, por encima del frenillo.

—Aprieta un poco y deja que yo lleve tu mano— le digo al tiempo que hago que sus dedos bajen hasta justo pasar por el bulto que se produce a la altura del borde del capullo. Luego recuperamos la posición más alta para volver a bajar de nuevo.

Me pajeo utilizando sus deditos pinzando sobre mi capullo cubierto por la piel. Ella no me ve…solo siente como mi excitación crece y crece…mi respiración se acelera y empieza a salir una gota de juguito.

—Ahora pon los dedos asi— le digo haciendo que forme un circulo con el dedo pulgar e índice.

Hago que lo ponga sobre el capullo como si fuera una corona…hago que descienda lentamente… es como si penetrara un aro virgen…me escuece…es estrecho…me roza en exceso…pero yo quiero follarme ese aro divino que sus dedos dibujan.

Inclinado sobre mi verga erecta dejo caer mi saliva sobre la punta…conduzco sus dedeos hacia arriba…para recoger la baba…ahora sus dedos se deslizar arriba y abajo con suavidad y mi glande atraviesa fácilmente el aro.

—quiero mirar…quiero verlo…por favoooor!

—No hija mía…no puedes…no debes…no me lo pidas más…!

—Aprieta un poco…así…así— le digo haciendo que el aro que forman sus dedos se cierre un poco mas ajustándose perfectamente al diámetro de mi verga justo debajo del capullo.

—Ahora…presta atención…despacio bajamos…arrastrando el pellejo hasta abajo…luego subimos lentamente hasta topar con el borde…con el borde del capullo ¿entiendes?...no te preocupes…yo te guio y te enseño— le digo acompañando su mano por todo el recorrido…al bajar y al subir.

—Tienes que dar un tironcito…golpear con el aro bajo el glande…así…así…— guio su mano para que aprenda a hacerlo, si es muy suave no causa efecto y si es excesivo me causa dolor

—¿así papá?¿así?— pregunta haciendo el movimiento que le acabo de enseñar.

—Sí….así…..sí….asiiiii— vuelvo a dejar caer saliva sobre el capullo para aligerar la intensidad.

—Ahora… sin abrir los ojos…acércate y dale un besito

En realidad lo que deseo es que acerque su boca y me la chupe…que la llene de saliva y la envuelva con un cálido beso.

—Jacintoooo— grita llena de alegría cuando siente como su ...