El viaje - Relatos Eróticos

El viaje

... con algunas de ellas.

Al subir al autobús, y ya de nuevo en marcha, yo seguía acordándome de aquellas chicas y me di cuenta de que estaba calentándome más de la cuenta, empezando a notar una ligera incomodidad por la presión del pantalón en la zona de la entrepierna. Estaba algo más que morcillón... Como era de noche y el autobús iba totalmente a oscuras (excepto en la zona delantera donde alguien debía de ir leyendo ya que tenía la luz superior encendida), decidí echar mano de mi ordenador. Me apetecía ver porno. Podía utilizar el teléfono móvil para esto, que sería más discreto, pero con el portátil lo vería mejor, y además con auriculares y bajándole el brillo a la pantalla no llamaría mucho la atención. Lo saqué de la mochila y estuve dudando si navegar en alguna de mis páginas porno favoritas o volver a ver alguno de los vídeos que tengo descargados en el ordenador. Finalmente me decidí por esto último.

Tras encender el ordenador y comprobar que nadie se daría cuenta, intentando colocarme en el sitio de forma que así fuera, accedí al primero de los vídeos que tengo en la carpeta de descargas. En el vídeo, una situación típica: una madura de unos cuarenta y cinco años, profesora, sorprendía a un chico joven masturbándose en clase. Me gustan muchos géneros en el porno: maduras, lésbicos, tríos, pelirrojas, cornudos, castings, en público, en la playa... En fin, muchas cosas. Volviendo al vídeo, siguiendo el argumento habitual, la profesora chantajea al alumno con que se lo dirá al director si no le deja hacerle lo que ella quiere, porque le gustan mucho las pollas jóvenes y bla, bla, bla... Por fin el chico accede y empieza lo bueno: ella le come la polla y él la desnuda, sacando unos preciosos pechos naturales (no me gustan las tetas operadas) que empieza a devorar...

Yo ya estaba poniéndome a mil por hora, muy cachondo, así que decidí sacar mi propia polla del pantalón y empezar a tocarme. Era todo un puntazo estar pajeándome en el autobús, una situación muy morbosa, sin nadie que me viera. El vídeo acabó con una corrida espectacular del chico en la cara de la mujer (me encanta ver las caras de las mujeres llenas de semen) y puse otro que también me encanta y que también es muy típico: un casting. Una chica joven y en apariencia muy tímida va a un casting para hacerse fotografías sexys mientras le van haciendo preguntas sobre sus preferencias sexuales. Finalmente se desnuda y dejan que se toque mientras le echan aceite por encima, para finalmente pasar a probar la polla del entrevistador, que tras varias posturas acaba corriéndose donde ella quiera. Como he mencionado, me gustan las corridas en la cara, así que este vídeo también tenía un lefazo así.

Yo me había venido arriba y me había bajado los pantalones. Los tenía ya por debajo del culo, con la polla en la mano y gozando mucho, cuando levanto la mirada para comprobar que sigue sin verme nadie y... oh, sorpresa. La chica del fondo, la rubia de rizos, me había visto. Tenía los ...