1. Con la tormenta afuera y la… adentro


    Fecha: 29/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: ElenaRmz, Fuente: CuentoRelatos

    Les comparto la experiencia de mi amiga Laurita, que para fines prácticos transcribí en primera persona espero sea de su gusto.
    
    De antemano agradezco sus comentarios que me incentivan a seguir compartiendo con ustedes.
    
    Y: "Esteban", grité. "¡Adán! Se acerca una tormenta. ¡Hay relámpagos!"
    
    Esteban y Adán estaban esperando algunas olas cuando me escucharon gritar. Se volvieron y miraron hacia las siniestras nubes que se movían rápidamente. Un trueno retumbó. Remaron hacia mi cada quien con su tabla.
    
    Cayó una lluvia torrencial y me limpié los ojos mientras corría hacia el auto de alquiler. Abrí el maletero y tiré mis maletas. Faltaba la parrilla porta equipajes. Los chicos corrieron hacia mí, jadeando.
    
    Y: "Chicos, alguien robó la parrilla porta equipajes".
    
    A: "¿Quién roba la parrilla portaequipajes de un coche de alquiler?"
    
    E: "No hay tiempo. ¿Qué hacemos?"
    
    Apenas podía verlos. Apenas podían verme.
    
    E: "Ponga el asiento delantero hacia atrás y coloque las tablas a través de la puerta trasera hasta que la tabla de con el piso delantero"
    
    A: "Buena idea".
    
    Mientras Adán ajustaba los asientos. Esteban desliza las tablas desde el hatchback. Esteban se subió al asiento del conductor y puso las llaves en el encendido. Adán y yo miramos incrédulamente el asiento trasero.
    
    A: "No hay suficiente espacio para los dos".
    
    Y: "¿Podría sentarme en el regazo de Esteban y tú conduces?"
    
    E: "No, mi nombre es el que está en la póliza, Si chocamos con este clima, estaré en muchos problemas".
    
    A: "Planeas estrellarte", riendo
    
    Y: "Date prisa", molesta, indicándole que se sentara. "Esteban, voy a sentarme en el regazo de Adán, solo porque eres un rígido seguidor de las reglas". Incomoda.
    
    E: "Está bien. Son sólo 20 minutos hasta el hotel". Desinhibido.
    
    Habíamos volado a Ensenada para lo que se suponía que serían unas vacaciones para dos parejas. La novia de Adán lo dejó tres semanas antes. Le preguntó sobre el viaje a Ensenada porque ya lo habían pagado. Ella le dijo que no valía la pena esperar, porque se iba a Europa con un músico del que se enamoró.
    
    Adán estaba devastado. Esteban le dijo que aún hiciera el viaje, que sería increíble y que hay muchas mujeres en Ensenada. Solo puse los ojos en blanco. Pero tenía razón. Era mejor que quedarse en casa y entristecerse porque ella lo dejo por otro.
    
    Me deslicé en el asiento trasero y me senté de lado, mis pies descansando en el área del medio increíblemente pequeña, mi espalda hacia la ventana, mi trasero en el regazo de Adán. Esteban pisó el acelerador y partimos.
    
    El camino de grava desde la playa apartada hasta la carretera principal tenía unas pocas millas de largo y mientras aceleramos sobre los baches no pude evitar rebotar contra el regazo de Adán. Me volví para disculparme y noté que estaba viendo cómo mis pechos se movían. Por supuesto, que era inevitable debido a lo delgado de mi bikini ese día. Me disculpé de todos modos.
    
    Y: "Lo siento si te estoy ...
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