Corazones caprichosos 2: conociendo a los suegros - Relatos Eróticos

Corazones caprichosos 2: conociendo a los suegros

... besarla. Se deshizo de su sujetador para apoderarse de sus soberbios senos. Lorena lo apretó contra ellos mientras los lamía y acariciaba, con especial atención a los dos pezoncitos rosados, ya enhiestos por la excitación que ella también experimentaba.

Ahora acabó ella tumbada boca arriba mientras lavanni, encima, recorría su cuerpo con la boca. Al igual que lorena había hecho lavanni usó los labios y la lengua en su cuello, sus pechos y pezones, su vientre que se movía al compás de la agitada respiración,… llegó hasta donde su pubis estaba escondido por el calzoncito negro . Lavanni Deslizó el calzoncito por sus muslos para quitárselas. Ella separó las piernas, con las rodillas dejando su vagina totalmente expuesta.

Lavanni Besó la cara interna de sus muslos, gozando de su suavidad y calidez, antes de buscar su sexo. Ella misma lo atrajo hasta allí con una mano en su cabeza y la otra separando los labios vaginales, mostrándole el rosado interior de su gruta. La lamió de arriba abajo, centrándose en los hinchados labios y en el botoncito que presidia el dulce coñito.

Sí,…mmmm,… más,… – Iba indicándole lorena a lavanni con la voz entrecortada, guiando sus labios y lengua para hacerla gozar.

Poco a poco la respiración de lorena fue haciéndose más pesada, agitada e irregular. Su cuerpo se tensó, arqueando la espalda y crispando los muslos para a continuación, relajarse de golpe dejando escapar un gemido agudo. Se había corrido en la boca de lavanni quien se bebío su orgasmo, sediento de ella. Después de disfrutar del clímax, lo atrajo hacia arriba, buscando sus labios húmedos de sus flujos.

– hoy de nuevo voy a ser tu mujer y tu vas a ser mi hombre. – Susurró antes de colocar a nani tumbado boca abajo en el sofa.

Lorena Se colocó con las rodillas apoyadas en el sofa, encima. Tomo el pene de lavanni y poco a poco fue descendiendo. Al principio el glande de lavanni desapareció en su interior. A medida que su pene iba entrando en su vagina el calor, la suavidad, la calidez, la humedad,… eran embriagadores y le provocaban oleadas y oleadas de placer. Finalmente el pene del joven quedó completamente rodeado de la carne de su novia, todo dentro de su cueva.

Lorena Empezó a moverse con tierna lentitud. Sus caderas subían y bajaban cada vez un poquito más. Pasó a moverlas circularmente, como si estuviera batiendo el pene de nani. Quien no pudo evitar llevar su mano hasta su seno y acariciarlo mientras ella lo cabalgaba de aquella dulce manera. Su otra mano se posó entre su muslo y cadera.

-Oh, … lorena,… es,… increíble,… – Gimió el pequeño.

Ella continuó moviéndose, prologando aquel momento, buscando el completo placer de su novio, colmando su deseo con sus sutiles movimientos. Lo tomó de la mano de su muslo y sus dedos se entrelazaron. Se inclinó para besarlo. Sus lenguas danzaron de nuevo una con la otra, buscándose, rehuyéndose y volviéndose a encontrar un segundo después en una perfecta coreografía. Las tetas de lorena se ...