Mi primo y el psicólogo I - Relatos Eróticos

Mi primo y el psicólogo I

... reído del contraste que había entre nuestras tonalidades.Dicen que la experiencia es un grado,y eso debió pensar Carlos,haciendo uso de esa experiencia para llevarme a su terreno.

Pasados tres días desde aquel momento,nos encontrábamos finalizando un inventario; solos él y yo a las 8 de la noche.Debía tener todo organizado;porque había comentado que ,al terminar de trabajar,iríamos a tomar algo por la ciudad;así que nadie me esperaba en mi casa hasta por lo menos la medianoche.

Muy sutilmente volvió a retomar el hilo de la charla anterior,hasta que se dio cuenta de lo exitado que me había puesto.No se explicar lo que sentía en ese instante,solo que trataba de esconder mi calentura;pero al mismo tiempo sentía que ,si el me abordaba,me haría lo que quisiera,tal era el deseo que yo sentía.

Y así fue,casi sin darme cuenta lo tenía pegado a mí,apretándome mis nalgas con sus manos y sintiendo su enorme paquete.¿Te gustaría probar? Me preguntó. No conseguí que me saliera ninguna respuesta,supongo que por la mezcla de sensaciones que en ese momento me paralizaban,él lo debió interpretar como un sí,ya que se puso manos a la obra inmediatamente.

Sabiendo que nadie mas estaba en las oficinas,y que nadie nos molestaría,se tomo su tiempo para iniciarme.

Miré el reloj de pared,marcaba las 20:47,no lo olvidaré,ya que en ese momento comenzó la faena.

Me desnudé al mismo tiempo que Carlos, su polla, estaba totalmente erecta,era descomunal,y me dio mucho miedo.

Carlos tenía mucha experiencia y me hablaba mientras me tenía acostado boca abajo en la cama de la habitación adjunta al despacho principal,que era utilizada para descansar ocasionalmente por parte de mi padre,director ejecutivo .

Me pasó una buena capa de aceite de bebes por el agujerito del culo,y comenzó a meterme un dedo por el ano,al ratito dos,y así hasta que me notó preparado.Se acarició suavemente su rabo,y se aproximó lentamente,disfrutando de lo que iba a hacer a continuación.

Cuando apoyó su glande en mi agujerito,me exité tanto que se me mezclaban el miedo que sentía hasta entonces,y la exitación que me estaba desbordando..

Lo frotó suavemente,lo movía muy despacito,hasta que decidió que ya era hora de introducirlo.Al primer intento,me dolió tanto que grité “dueleee”;y aunque nadie podía oirnos,me tapó la boca con su mano izquierda,mientras que con la derecha me aferraba por la cintura y siguió enterrando lenta,pero constantemente su tremendo pollón en mi desgarrado ano.

Al principio,lloré de dolor,y de estar haciendo algo que ni siquiera podía imaginar poco antes.me sentía culpable.Pero la realidad me tenía aquí,con mi primo encima mío,bombeando muy lentamente arriba-abajo,arriba-abajo,arriba-abajo,rompiéndome el culo que hasta ese momento,era virgen.Sentía su aliento en mi cuello,y eso me enardeció.Me olvidé del dolor,y empecé a sentir placer,un placer cada vez mas intenso,y le pedí que me llenara el culo de leche;a partir de ahí,su ritmo se aceleró,me hacía ...