1. Dando las nalgas se consigue un empleo


    Fecha: 10/03/2019, Categorías: Confesiones Autor: Sarai, Fuente: TodoRelatos

    ... Jaime y ahí hay un cuarto grande como para hacer juntas “pequeñas”, ya estaban otras dos chicas, Laura que conocí en el sistema de reclutamiento y otra que nunca había visto, me presentan con otras 3 personas varones y cierran la puerta.
    
    Jaime: Les presento a Sarai, que es una nueva integrante entre nosotros como articulo para caballero como el resto de las demás, Laura, … etc.
    
    (Cuando me presentó con el resto, me sentí algo incómoda, lo bueno que estaba con el resto de las demás, no sabía dónde estaban, a cada quien nos dieron indicaciones relacionadas a nuestras obligaciones laborales, como dirigirse, que hacer y todo lo relacionado al clima laboral).
    
    A mi en lo personal me asignaron estar en ese piso, dentro del cuarto de juntas pequeñas, me regalaron una portátil, un teléfono celular, me dieron un cheque para algunos gastos de traslado y me pusieron hacer mis cosas de la escuela ¡! En lo personal solo navegaba y hacia mis deberes escolares, a las otras chicas las pusieron en otros lados donde no teníamos contacto para nada, se supone que unas vigilaban a otras aparte de ser las amantes de los jefes. Todo era un contubernio bien estructurado, los de recursos humanos sabían de nosotras y los jefes de los mismos, se devolvían favores inflando la planilla laboral y manejo del dinero, al poco tiempo me financiaron parte de la Universidad. Estuve así como 3 años y meses para no generar sospechas, con el tiempo mis horarios cambiaron, antes era en la tarde cuando asistía y casi nadie me conocía, hasta cuando entrada en la Universidad por cambio de horario pues ya no podía ir en las tardes.
    
    Las tardes era el perfecto horario para “extender” el tiempo a los jefes, daba tiempo de ir al hotel y hacer las respectivas labores sexuales.
    
    Yo admiraba a mis demás compañeras y no me refiero a las que estábamos en los malos pasos, a las demás trabajadoras, lo que sufrían trabajando para ganar un sueldo mientras nosotras lo ganábamos en un par de meses. Con ello pude sacar a flote mis estudios, me hice de un par de portátiles, renové mi guardarropa me compré accesorios de marcas, una que otra joya, me compre un auto utilitario hasta que una compañera fue a visitarme al cubículo donde estaba, que guardara las discreciones.
    
    Los primeros días fueron algo de temor, porque mientras conseguía la dichosa maleta, la ropa de colegiala y entre diversas cosas, que hasta a los pocos días se presentó el jefe Jaime pidiéndome que mañana me citaba muy temprano, ya sea que me volara las clases, total ese día llego y me dio instrucciones que fuera al estacionamiento, y me metiera a su auto.
    
    Jaime: Te dejo las llaves, ahorita no hay nadie, te vas y te metes al auto pero te quiero en la cajuela, dejas abierta las puertas y puestas las llaves para que yo te alcance y ya estando en la cajuela vete dilatando con el plug porque hoy tu anito va ser usado a full.
    
    (el corazón me latía a mil, solo obedecí pero por dentro estaba que no podía creer en lo que me había ...
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