1. Las refugiadas 3 - Comidas y propuestas


    Fecha: 17/03/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: JBWriter, Fuente: TodoRelatos

    ... traduciendo , sin comer, pues no tenía plato. Él se había comido como la mitad. Entregó plato y cubiertos a Anastasia , que empezó a comer lo que quedaba de carne y guarnición.
    
    —Pero ¿es cierto?
    
    —Eso creo. O al menos así lo pensaba y lo pienso. Por eso mi situación era tan mala. No solo estaba desnuda escondida detrás de la cama de mi amante para que no me viese su marido, sino que si la perdía a ella posiblemente perdiera la casa, el alquiler, dónde vivía. Y ella igualmente desnuda llamándome para presentarme a su esposo. Estaba tan aterrada que ni siquiera oí que él le preguntó si yo era de la que le habló.
    
    —Eso lo has contado.
    
    —Sí, lo vi luego en vídeo. Todos nuestros encuentros estaban grabados. Entonces no lo sabía. Salí temblando de detrás de la cama.
    
    »—Es guapa —le dijo él—. Tienes buen gusto.
    
    »—Gracias —contestó ella. Entonces vino a mí y estiró de mi brazo hasta ponernos a escaso medio metro de él—. Esta es mi novia Mine.
    
    —Supongo que lo de Mine es un apodo ¿no? ¿De dónde viene?
    
    —Yo… er… te lo cuento luego porque si no perderé el hilo. El caso es que ahí estaba yo. Desnuda y sudando por todos mis poros, tanto por el ejercicio previo como por los nervios, al lado de la mujer con la que acaba de tener un enorme orgasmo, frente a su esposo, que vestía un caro traje de Armani.
    
    »Y no solo eso, sino que la mujer de mis sueños me presenta como su novia. Me quede en blanco. En eso él se acerca a mí. Intenté retroceder, pero la mano de Eva me sujetaba por la espalda. «Ahora me pega —pensé—. Me lo tengo bien merecido, por no haberme negado a venir aquí», pero lo que hizo es darme dos castos besos en las mejillas.
    
    »Se separó un poco de mí y me volvió a contemplar de arriba a abajo. Entonces se abrió la puerta de la habitación haciéndome dar un respingo. El mayordomo entró en la sala.
    
    »—Avisa que seremos uno más en la cena —le dijo al mayordomo—. A que es guapa Mine, la novia de mi esposa.
    
    »—No lo sé —comentó el mayordomo serio—. Ya sabe que mis gustos son otros.
    
    »Entonces él rio y comentó que, aunque a él no le gustaran para sí era capaz de apreciar la belleza y que algún día le pedirá alguno de sus dildos de ébano para Eva María. Luego se giró hacia mí y dijo:
    
    »—Supongo que Mine tendrá un nombre propio, ¿verdad?
    
    »Fue Eva María quien le dijo mi nombre y que estaba estudiando gestión de empresa.
    
    »Que interesante —comentó—. Precisamente estoy buscando ahora una nueva secretaria. Que mejor que la chica que ha encandilado a mi amante esposa. Pero mejor no hablemos de negocios en el dormitorio. —Me cogió del brazo y echó a andar hacia la puerta—. Venga venid. Vayamos a hablarlo al despacho.
    
    »Viendo mis reticencias tiró un poco más, pero no demasiado porque entonces Eva María me cogió de la cintura y me empujó. Y de esa guisa atravesamos su mansión de punta a punta, bajando el recibidor y subiendo a la otra ala que al parecer es dónde tenía el despacho. Solo estaban algunas de las criadas, pero yo estaba ...
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