1. El aprendiz (Parte I)


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Infidelidad Autor: Sempiterno, Fuente: CuentoRelatos

    ... la casa que ya conocía nos recibió la recepcionista, cuyo nombre nos dijo que era Martha cuando se presentó, una chica a la que calculo 25 años, de rasgos finos, pelo rubio, ojos verdes y hermosas curvas.
    
    La suerte que tiene este hombre de estar rodeado de tremendas mujeres. Me cuestioné.
    
    Nos recibió aquel hombre que vi con mi tía aquella tarde, nos dio una sonrisa y nos saludó estrechando mi mano y dando un beso en la mejilla a mi madre.
    
    —Pueden sentarse en alguno de los sillones, los que están allá —nos dijo señalando con su dedo sillones que están cerca de su pupitre.
    
    —Por hoy empezaremos con una sesión de relajación, mediante el método… —nos explicó en qué consistía su sesión con aire de profesionalidad.
    
    —Para empezar necesito que apaguen sus celulares, quiero que estén concentrados y nada los moleste, luego procederán a realizar 3 respiraciones profundas reteniendo el aire y soltando el aire muy despacio, quiero que sientan que soltando el aire suelten toda tensión muscular y empiecen a relajarse…— nos dijo con una voz serena y calmada.
    
    Culminada la sesión tengo que admitir que me sentía mejor, con los músculos relajados y la mente clara. Nos orientó que para las siguientes sesiones tendríamos que proceder con sesiones individuales, a mi me citó una hora después de mi madre. Quería conocerlo más a fondo así que le dije si podría empezar hoy, me respondió que no había problema, mi madre pasó a esperar a la recepción.
    
    —Comenzaré enseñándote métodos de estudio… —me explicó algunos métodos que ya conocía y algunos métodos nuevos que me parecieron interesantes.
    
    —¿Puedo preguntarte algo más personal? —le cuestioné con una mirada inquisitiva.
    
    —No hay problema, te preguntarás tal vez por qué vivo solo. Si es por eso mi esposa murió hace 7 años y mis hijas viven en Estados Unidos, me visitan cada vez que pueden, solo me acompaña una sobrina mía que ya conociste, Martha —me respondió, dándome la sensación de que leyó mis pensamientos.
    
    —¿Puedo preguntarte también algo personal? — Me interrogó.
    
    —Está bien, a diferencia de usted no puedo adivinar lo que piensa la gente —le repliqué.
    
    —Me caes bien Carlos, eres un chico muy perspicaz. Se aprende con la experiencia y los años que pasan no son en vano —me comentó— ¿Cómo te van con las chicas, ya tuviste tu primera relación?
    
    Aquella pregunta me tomó desprevenido, aún no tenía novia, y en cuanto a encuentros con chicas pues algún que otro beso, pero nada más. Le respondí con sinceridad.
    
    —Aún no, algo normal en un chico de mi edad, salvo casos aislados como usted comprenderá— le aclaré.
    
    —Eres inteligente y observador, te tengo una proposición quiero que seas mi discípulo. Es extraño lo sé; pero cuando tienes 62 años, tengo ese sentimiento de dejar los conocimientos que aprendí a lo largo de mi vida, al menos a un chico con un futuro prometedor como tú. Y por favor deja de llamarme usted y dime por mi nombre— me lo planteó con un tono de sinceridad y nostalgia.
    
    —De ...