Lucia. Infidelidad necesaria. 1. - Relatos Eróticos

Lucia. Infidelidad necesaria. 1.

... movimiento afirmativo lento le escuche decirme:

— José, tú no te has corrido, ¿verdad? Pues como veo que tienes aguante y eso te lo tengo que agradecer, supongo que no lo has hecho solo por mí sino porque eres de esos hombres que tienen aguante por naturaleza, si es cierto que quiero cambiar de postura, si es cierto que quiero hacerlo en el suelo, si es cierto que quiero hacerlo apoyada en el sofá, en un lateral de dicho mueble, en la mesa de tu salón, en la cocina, encima de la encimera, en la ducha, en tu cama, en donde tú quieras, porque te juro que para ser mi primera vez poniendo cuernos, incluso te voy a decir que prefiero disfrutar de ti, de mí y que esa melodía que sigue sonando y como ves no le hago caso, va a ser la música que vamos a tener para que follemos todo lo que aguantes, porque yo antiguamente aguantaba mucho, pero llevo un tiempo que no sé lo que aguantaré, por falta de uso, pero una cosa si te digo, hoy no le vamos a mandar ni video, ni audio, ni vamos a desperdiciar ni una gota de tu leche, toda la quiero para mí y ya con el tiempo, porque pienso tenerte de masajista, porque eso es lo que me has dicho antes que eres y trabajas, vas a ser el mío (que lo va a pagar el gilipollas, jajajaja, una no es tonta) y quiero más sexo contigo, todo lo que me puedas enseñar o hacerme recordar, te lo voy a compensar de miles de maneras. Y ahora, por favor, sujétame porque me quiero levantar y me tiemblan las piernas, y esto hacía años que no me pasaba.

Y con esta declaración de intereses, Lucia se intentó levantar, mientras la sujetaba yo y notaba como su coño se desprendía de mi polla, que por cierto, salió bastante blanca de su interior, y que cuando ella la vio, no dudo ni un solo instante para ponerse de rodillas y lamer, bueno, mejor dicho, relamer todo el tronco y capullo que estaba impregnado de sus orgasmos, la dejo tan limpia y casi reluciente que cuando acabo, me incorpore para quedarme sentado en el sofá, alzar a ella un poco y meter mi lengua dentro de su boca, con sabor a mi polla y a sus orgasmos y así nos quedamos dándonos unos morreos guarros y lujuriosos que incluso a Lucia la activo sexualmente más y yo seguía con ese típico dolor de huevos que a los hombres nos sucede cuando no descargamos y tenemos una erección de caballo.

Como autor de dicha historia, indico que hasta aquí cuento lo que hicimos, pero continuamos en el siguiente relato.

Sigo y me repito que es una historia real, puede que mucha gente piense que es parte de mi fantasía, pero también es una fantasía que hayamos pasado una pandemia, también es una fantasía que la luz esté por las nubes con esas facturas que nos hacen pagar, también es una fantasía que miles de pequeñas empresas hayan tenido que cerrar o que miles de familias estén en la ruina y apenas sin poder comer porque no ha pasado nada, pero decir que lo que se lee no tiene por qué ser cierto, porque no le ha pasado a la persona que lo lee, pero puede que otras les haya pasado mucho más y ...