1. El piso de arriba


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Después de muchas horas de estudio y gracias a la inestimable ayuda de mis padres (económicamente hablando), logré mi sueño de poder estudiar en la universidad que yo deseaba y que estaba situada en Madrid.
    
    Lo más complicado sería encontrar un lugar donde vivir y que tuviera un precio razonable. Era una tarea bastante complicada: precios desorbitados y lo poco que encontrabas eran pisos tipo patera. Después de buscar y buscar y gracias a la ayuda de unos amigos de mis padres, encontramos un pequeño estudio en Móstoles: no creo que tuviera más de veinte metros cuadrados. Si lograba encontrar un curro de finde y con lo que tenía ahorrado podría estudiar, aunque fuera a costa de pasarme la vida en el transporte público.
    
    A mediados de agosto me trasladé a Móstoles, para mí era un lugar desconocido. Mis padres vivían a unos cuatrocientos quilómetros de dónde yo me iba a instalar.
    
    En mi pueblo nada me ataba: ni novia, ni muchos amigos y de mi estancia en esta nueva ciudad tampoco esperaba mucho (quizás algún escarceo sexual).
    
    Me considero un tipo normal: 1.75 de altura unos 78 kilos, ojos azules oscuros y una nariz no del todo perfecta, y mi nombre Fernando, aunque me llaman Fer.
    
    Empecé mis estudios y como mucha gente de mi edad a no ser que seas primo de Bill Gates, me tocaría estudiar y trabajar. Tras varios días buscando encontré un curro en una pizzería. Tocaba currar todos los sábados y un par de viernes al mes. El sueldo bastante bajo (por no decir irrisorio), pero con lo que me sacaba, me podía permitir dinero para permitirme mis gastos más básicos.
    
    Por él local pasaba de todo: típica familia con niños, pijicrías, tías buenas acompañados de tíos súper ciclados, en fin una auténtica galería de personajes.
    
    Lo mejor del curro es que estaba a diez minutos andando de donde vivía. Llegaba tan cansado a casa que a veces no tenía ni ganas de hacerme ni una paja. Entraba a trabajar a las ocho de la noche y salía a la una de la madrugada. Así llevaba varias semanas y estábamos ya a mediados de octubre, el poco tiempo libre del que disponía lo utilizaba para estudiar y el mejor día para hacerlo era el domingo.
    
    Era un sábado como cualquier otro, llegué a casa y me pegué una ducha y me puse un pijama corto y es que lo único que quería era dormir...cuando a las dos de la madrugada empecé a oír gritos, primero pensé que ese ruido provenía de la calle. Cuando me di cuenta que, el ruido venía del piso de arriba, a los pocos minutos el ruido cesó y pensé que ahora podría conciliar el sueño nuevamente, pero estaba muy equivocado ya que se oyeron sonidos de altavoces que parecían que hacían retumbar la casa y todo aderezado con un sonido de tacones aporreando el suelo.
    
    Los amigos de mis padres cuando alquilamos el estudio me comentaron que estaría tranquilo, ya que el piso de arriba estaba vacío y que muy ocasionalmente hacían alguna celebración...¡pues vaya celebración!.
    
    A las dos y media y viendo que el ruido no aminoraba decidí ...
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