1. Morbo negro...


    Fecha: 23/05/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: AnaSur, Fuente: TodoRelatos

    ... otro de aquella polla que miraba al techo. A veces dejaba escapar un hilo de saliva en el prepucio para recogerla con la lengua y mamarle el glande. Aquella jovencita si sabía comerse una buena polla. Estaba desatada. Agarrándola por la base, se la metió de canto en su boca, apretándola entre sus labios. Carlos no lo podía creer. No sentía tanto placer con una boca desde hacía mucho tiempo. Bajaba y subía Ana por la polla de Carlos cuando de repente se vio sobrevenida por las manos de Carlos. LA agarró por ambas partes del cráneo y mirándola se agacho un poco para, teniendo el culo en el aire, poder tener libertad de movimiento para clavar su polla en aquella boca.
    
    - Glub… glub… glub!!!
    
    - Agggg... aggg... aggg!!
    
    Carlos ya no cerraba los ojos. Quería ver como su polla entraba y salía de aquella boca de pecado. Ana apretaba sus labios, una vez recompuesta de la sorpresa, estaba disfrutando de sentir como ese pollon le llenaba la boca de carne. La saliva de la chica empezaba a saltar de la boca hasta las tetas. Aquellos salpicones la ponían todavía más cachonda y ni corta ni perezosa puso sus manos en los reposabrazos de aquel sillón y trago toda la polla que pudo hasta que empezó a sentir como se encaja en su garganta.
    
    - ¡Joder puta, para!
    
    Pero Ana no pensaba sacarse la polla de su boca con tanta facilidad. Carlos sentía como su polla sentía tan presión que estaba a punto de llenarle el estómago de semen a la joven.
    
    - Para que no aguanto joder!
    
    Entonces la agarró del pelo y se la saco, tirándose en el sofá extasiado ante el ímpetu de Ana. Ella recogía parte de la saliva que aun le colgaba de la barbilla y se relamió como una perra en celo, mientras miraba como la polla de Carlos había quedado brillante y dura como un mástil.
    
    Se miraron y ambos sabían lo que esperaba. El se recompuso y ella se levantó, despacio. Acomodo sus rodillas a ambos lados de los muslos de Carlos y como la que no está haciendo nada malo, cogió la polla y echo todo su peso sobre ella, para apretarla con su coño empapado contra el abdomen de él. Si antes Carlos sintió un calor indescriptible en su boca, la suavidad de aquel coño no tenia parangón. Ella se movía delante atrás con tanta delicadeza que Carlos quedó embelesado mientras la miraba. Ella, apoyada en su pecho seguía moviéndose, provocadora, sabiéndose dueña de la situación, hasta que de repente, con una agilidad propia de la edad, apoyó ambos pies en el sofá, quedando en cuclillas. Carlos la miraba, admirando aquel precioso cuerpo, moreno, cuidado, de caderas amplias. Agarró aquellas tetas medianas, bien puestas, de pezones gruesos y morenos. Se le hizo imposible no intentar comerse aquellas tetas. La agarró por la cintura y metió su boca entre sus tetas. Fue delicado al principio, lamiéndole los pezones con la lengua, relamiéndolos y succionándolos. Hasta que sintió como Ana metía en su coño su polla.
    
    - Sigue, cómeme las tetas.
    
    - Ufffff fóllame Ana…
    
    La polla de Carlos ardía dentro del ...
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