1. Mi paciente se volvió mi esclavo (2)


    Fecha: 21/02/2021, Categorías: Fetichismo Autor: Dra Fetish, Fuente: TodoRelatos

    ... muy seguido…
    
    -Oh… ¿y te has masturbado pensando en mis pies?
    
    -Ah… si… no puedo negarlo. Fue increíble aquella ocasión.
    
    Ahh… yo estaba extasiada con la situación. Me sentía increíble. Dominante, poderosa.
    
    Acerque mi mano a mi boca, escupí un poco de saliva en ella, y dirigí mi mano hacia su pene.
    
    Agarré con firmeza el tronco de su pene y comencé a masturbarlo.
    
    -Cuéntame, ¿cuántas veces te has masturbado pensando en mí?
    
    -Ahh, no lo sé doctora… no las he contado
    
    -Oh, así que más de una vez si…
    
    Agarré su glande y jalé el prepucio hasta la base. Dejando visible su enrojecido y gordo glande.
    
    -Ahhhh, doctora…
    
    -Shhh… no hay nadie pero, no hagas tanto ruido.
    
    Sus gemidos eran seductores. Comencé a masturbarlo con más fuerza. Podía sentir las venas de su pene en mi palma, sentía el calor y sus palpitaciones.
    
    Con mi otra mano, comencé a pellizcar su pezón izquierdo.
    
    Mientras mi mano derecha se deslizaba de arriba abajo, con mi pulgar comencé a acariciar su uretra. Ese orificio se abría y cerraba con cada movimiento. Es grande, pensé.
    
    ¿Y si le pongo una sonda?
    
    Una sonda sirve para vaciar la vejiga, claro está. Pero, si solo la introduzco en su uretra, sería una masturbación un tanto interesante.
    
    Eso fue lo que pensé al ver su orificio uretral.
    
    Dirigí mi mano izquierda a su boca. Coloqué mi dedo índice y medio en sus labios entreabiertos.
    
    -Chupa mis dedos.
    
    -Si…
    
    De inmediato abrió su boca y comenzó a chupar mis dos dedos. Sentía su lengua más caliente y babosa.
    
    Duramos en esa posición no sé, 1 minuto… o menos. Saqué mis dedos empapados de su saliva y restregué mis dedos por sus labios y sus mejillas, para limpiármelos.
    
    Es una vista maravillosa. Este hombre es mi sumiso, hará lo que le diga.
    
    -Párate.
    
    -Si…
    
    -E inclínate sobre el escritorio
    
    -¿Qué?
    
    -Si, te haré una exploración completa.
    
    -Como….
    
    Un poco dudoso, pero sin afán de resistir, se puso de pie y se inclinó al frente poniendo sus manos en el escritorio.
    
    Podía ver sus nalgas, redondas y con algo de vello corporal.
    
    Por mi cabeza pasaron muchas cosas. Pero quería hacer algo en particular.
    
    -No estás en la edad, pero es importante prevenir.
    
    -¿Qué quiere decir?
    
    Dejándolo con la duda, me dirigí a la vitrina de mi escritorio, saqué un guante de látex y un envase de jalea lubricante (a base de agua y antiséptico) que habitualmente se utiliza para ultrasonidos y demás.
    
    -Relájate, seguro que lo disfrutarás.
    
    -……
    
    Él estaba en silencio, tal vez sabía lo que iba a hacer, o tal vez no.
    
    Abrí la bolsa del guante, y me lo coloqué en la mano izquierda. Con la derecha abrí el envase de jalea y coloqué un poco de ella en mi dedo indice izquierdo.
    
    Me acerqué por su espalda y me senté en la silla que antes él estaba. Coloqué el envase en la mesa y proseguí.
    
    Con la mano derecha acaricié suavemente sus glúteos. Bastante carnosos por cierto.
    
    Con mis dedos de la mano derecha separé un poco sus nalgas.
    
    El se ...
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