Mi jefe le rompio el culo a mi esposa
Fecha: 20/05/2019,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... mostró en la pista, le dije.
- No me entendió, le pregunto si cree que ella querrá mostrarme la colita sin el
vestido, dijo muy seguro.
Me corrió un sudor por la espalda, mi grado de excitación ya no me dejaba pensar
bien. No le conteste, mi silencio le dio pie para seguir.
- ¿No le parece que sería excitante para usted ver como su esposa le muestra el
culo desnudo a un viejo como yo?, prosiguió.
No emití palabra, solo miraba la pista, mientras él seguía hablándome
discretamente.
- Se lo dejo pensar, si lo cree posible avíseme, dijo, e inicio el camino hacia su
mesa.
No solo lo creía posible, sino que quería que pasara pensé. Estaba seguro que no
me iba a ser difícil convencer a Ana, a ella le encanta eso.
Si no hubiera sido por la educación y compostura del viejo, posiblemente hubiese
dejado pasar la ocasión, pero eso y que estaba caliente pudo más y estaba
dispuesto a hacerlo.
- No sabes cuanta gente había en el baño, me dijo Ana al regresar.
- Y claro van todas juntas dije, como para disimular mis pensamientos.
- ¿Te sentís mejor?, me preguntó.
- La verdad que no, estaba pensando en decirte que nos vayamos, respondí.
- ¿Sí?, que lástima, me dijo.
- Bueno vamos, no hay problema, continuó.
- Marcos me pidió que lo alcanzáramos hasta la casa, ¿te molesta?, pregunté.
- ¿Te parece?, no te veo bien, dijo.
- Nos queda de paso y es un directivo, no puedo decirle que no, comente.
- Ok, voy a buscar los abrigos al guardarropa, ya vengo, dijo.
- Yo le voy a avisar al viejo, dije.
Llegue a su mesa, él se dio vuelta para prestarme atención.
- Ya nos vamos, ¿nos acompaña?, le pregunte nerviosamente.
- Por supuesto, me contesto con una sonrisa.
- Lo esperamos en la puerta, le dije y me retiré.
Nos ubicamos en mi auto, Marcos en la parte trasera y partimos.
- Que rico perfume tiene, fue lo primero que comento mi mujer, mientras el
aroma inundaba todo el habitáculo.
- Gracias, respondió el.
- Me alegro que le guste, continuó.
- El suyo también es muy bonito y sugestivo, dijo.
- Gracias, respondió ella con una sonrisa.
- ¿Uds. viven lejos?
- No, acá a unas 10 cuadras, conteste.
- Lastima que se sienta mal, me hubiese gustado seguir charlando con una pareja
tan cordial, dijo el viejo mientras me observaba a través del espejo retrovisor.
- Otro día lo invitamos a cenar, dijo Ana.
- No estoy tan mal, se ve que un poco de aire me vino bien, dije.
- ¿Le agradaría tomar un café en casa?, le pregunté.
- Si a su esposa no le molesta me encantaría.
- No, por favor como me va a molestar, dijo ella mientras me miraba
desconcertada.
Apure el camino a casa mientras mis pensamientos me invadían. Estaba muy
excitado y quería llegar lo antes posible.
Guarde el auto en la cochera y nos dirigimos los tres hacia el ascensor.
Nuevamente el perfume del viejo llenó la pequeña cabina.
- Voy a tener que regalarte un perfume como el ...