1. Trío en la playa nudista


    Fecha: 19/05/2019, Categorías: Bisexuales Autor: Ivanvorpatril, Fuente: CuentoRelatos

    —Llevas un bañador muy pequeño.
    
    Me dijo mirándome descarada y directamente a la polla, siguiendo la línea de su mirada me di cuenta de por donde iban los derroteros.
    
    Tengo que admitir que yo me había fijado en él, en su cuerpo fibroso, en su bañador mínimo y en su sonrisa franca. Era casi una atracción entre los demás, en la playa sobresalía.
    
    No sería el único que lo había mirado con lujuria pero probablemente sí el mas parecido en edad y constitución. Diez y nueve años. Sonriendo no me quedó mas remedio que responder:
    
    —El tuyo no es mucho mas grande.
    
    —Me gusta exponer lo mas que puedo al sol. Aún sería mejor si pudiéramos exponer más.
    
    —Aquí desde luego no se puede, las marujas nos crucificarían.
    
    —¿Y si buscamos algún lugar mas discreto?
    
    —Soy Mario, me dijo.
    
    —Y yo Alex.
    
    Preguntó. Al otro lado de unas rocas siguiendo la linea de la rompiente empezaba la zona nudista. Recogimos nuestras cosas casi con prisa y nos encaminamos hacia allá. Nada mas pasar las rocas donde no podían vernos desde ninguna de las dos zonas acerqué mi mano a su bañador.
    
    —¿Puedo ayudarte?
    
    —Aquí ya podemos quitárnoslos. Así que si quieres echarme una mano...
    
    Quería echarle las dos.
    
    Yo ya me había sacado el mío por los pies y lo había tirado encima de mi mochila. Casi me sorprende una rubia madurita de pechos generosos que venía detrás de nosotros bajándose los tirantes de un escueto bañador con la polla de mi nuevo amigo en la mano. Tampoco me hubiera importado.
    
    En vez de sorprenderse, lo que hizo fue echarle una buena ojeada a nuestros rabos desnudos, colgando entre nuestros muslos y sonrió. Despacio sin alejarse de nosotros termino de bajarse el bañador.
    
    Con deliberados movimientos sensuales, ondulantes terminó de descubrir su cuerpo. En ese recodo, aislados del resto del mundo, nos mirábamos unos a otros sin asombrarnos y empezando a sentir deseo.
    
    Tres desconocidos compartiendo una intimidad mas profunda que con algunos de mis amigos. Sus pubis depilados, sus pieles bronceadas, sus cuerpos, nuestros cuerpos, el de los tres ya completamente desnudos, depilados, suaves, deseables.
    
    Por un segundo nos quedamos sin palabras pero la atracción entre nosotros era evidente, saltaban chispas en la caliente atmosfera.
    
    Solo el sol dorado nos contemplaba mientras nos mirábamos los unos a los otros. Sonia se acercó aún más a nosotros. Rompiendo el silencio, nos saludó:
    
    —Hola chicos, ¿vais a la zona nudista? a exhibir esos cuerpazos. Podríamos ir juntos, ponernos juntos. Soy Marta por cierto.
    
    —Alex y Mario.
    
    Por supuesto que aceptamos, incluso recogí sus cosas de la arena como un perfecto caballero y nos internamos en la exposición de carne en busca de un lugar tranquilo donde ponernos.
    
    Por el camino no perdíamos detalle. He de admitir que a pesar de la estupenda compañía se me iban los ojos detrás de algunos de los cuerpos dorándose en la arena.
    
    Un poco alejados de los demás extendimos las toallas. Ella me ...
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