Lucia. Infidelidad necesaria. - Relatos Eróticos

Lucia. Infidelidad necesaria.

... fresquito y con hielos. Normalmente yo soy el que va detrás de las mujeres, por caballerosidad y por ver su culo y espalda, que todo hay que decirlo, no es por galantería es por ver la parte de atrás de dichos cuerpos, como muchas mujeres lo hacen hoy en día y que es algo común, no solo lo hacemos los hombres, siempre hay que ver los cuerpos tanto por delante como por detrás. Alimenta más la imaginación y sobre todo a nuestro cerebro para luego saber que hacer o como darle un buen uso.

Mientras nos preparábamos ambos la bebida, ya empezamos a charlar amigablemente y claro, yo no puede evitar hacer la pregunta típica pero necesaria a una mujer que está en casa de un hombre que acaba de conocer:

— ¿Qué le has dicho a tu pareja para salir a estas horas de la noche y que no te esté llamando preocupado? Porque la verdad, yo no suelo ir a casas de mis amigas o de mujeres desconocidas a estas horas, y menos si viven con hombres o mujeres, jejejeje, por tanto, veamos que le has dicho para que tú estés aquí y no allí (refiriéndome a su casa).

Y ella mientras se apoyaba en la encimera y mirándome a los ojos, sonriendo, me dijo:

— Pues le he dicho que una amiga mía estaba muy sofocada y llorando porque su marido le había puesto los cuernos desde hacía meses y necesitaba que la consolará, por eso me he ido a estas horas.

Obviamente es una excusa muy buena, pero ahora viene lo mejor. Ella siguió diciéndome:

— Y claro, mi pareja, por llamarla de alguna manera, se ha reído, pero no una risa tonta sino una carcajada, y diciéndome que eso ya no es para tomarlo así, que muchas parejas son infieles y que tampoco es para ponerse como se ha puesto mi amiga, a lo que yo le he respondido que si no tenía sentimientos, es normal pensar así, pero cuando estas enamorada de una persona, cuando llevas años junto a ella y de repente te enteras de que te pone los cuernos con otra, que ni conoces, pues te sientes débil, engañada y sobre todo traicionada. Él ha seguido riéndose, incluso ha dicho que mi amiga es tonta, y entonces le he reprochado que, si no tiene sentimientos, ya es mucho lo que me estaba diciendo, por lo tanto, entendía desde hacía meses que ya ni sintiera algo por mí, que ya no era como al principio de conocernos, y le he preguntado que si él me había puesto los cuernos alguna vez, si me había sido infiel, y ¿sabes lo que me ha dicho que ha hecho que esté aquí contigo ahora mismo, desnuda y con ganas de sexo?

Lógicamente yo no leo las mentes de las personas, aún no sé hacerlo, supongo que algún día lo sabré, pero en ese momento y a día de hoy, no lo sé, por lo que levante mis hombros en gesto de decir “ni idea” y ella continuo:

— Pues el muy estúpido me ha dicho que nunca, y que si alguna vez lo hiciera no lo sabría yo. Un error típico decir esas palabras a una mujer, a tu compañera y con la que convives, porque tontas podemos hacernos las mujeres, pero no lo somos, por tanto, solo le he dicho que si “Tamara” es la tienda en donde va ...