1. De Andrés a Andrea: Mi inicio como cross


    Fecha: 17/05/2019, Categorías: Transexuales Autor: Bisex1982bi, Fuente: TodoRelatos

    ... dedo en mi interior. Y lo consiguió. Yo solté un suspiro que casi fue un gemido.
    
    - Sí, no te cortes, gime, disfrútalo.
    
    Metió otro y ahí si me volví loco. Empezó a hurgar en mi interior y lo que empecé a sentir no podría describirlo. El placer era nuevo e intenso, y me sorprendí gimiendo como lo haría una chica penetrada.
    
    - Vaya, eres toda una perra en celo. Pues te voy a follar como lo que eres.
    
    Sacó sus dedos y volví a oír el mismo sonido, pero esta vez dejó caer el lubricante sobre el dildo y lo esparció.
    
    - ¿Estás lista nena? Abre bien ese coño para mí.
    
    Se abalanzó sobre mí y noté como si me atravesaran. El dolor que sentí me hizo gritar y tuve que ahogar ese grito con el colchón para que no lo oyera todo el edificio.
    
    - Por favor, sácala, me duele.
    
    - Sssshhh, tranquila.
    
    Se quedó quieta y noté como retrocedía sin sacarla del todo. Pero yo me revolví, saliéndose el dildo de mi interior y me acurruqué en la cama, llorando.
    
    - Vaya, te he roto el culo. Ahora ya está.
    
    Mientras me decía eso, acariciaba mi perineo primero y mi ano desvirgado después. El dolor desapareció enseguida. Así pude incorporarme y volver a ponerme en cuatro.
    
    - Vaya, veo que eres una auténtica puta, ahora sí.
    
    Volvió a lubricar mi culo y, seguidamente, intentar penetrarme de nuevo. Sentí como, esta vez lentamente, entraba centímetro a centímetro de aquella verga dentro de mí. Ahora era un dolor controlable. Noté como al hacer fuerza hacia fuera, el dolor remitía y la polla de goma entraba sin resistencia en mi culo.
    
    Y empecé a gemir de nuevo.
    
    - Oh nena, ya la tienes toda dentro. Muy bien. Así, toda.
    
    - Siiii, la siento. Me estás follando.
    
    - Sí, te estoy follando, y a partir de ahora solo querrás pollas en tu culo.
    
    Empezó a moverse cada vez más rápidamente y ampliando el recorrido. Cuando llegaba a casi sacarla, entonces empujaba más fuertemente y me golpeaba con fuerza, sintiendo yo un placer bestial.
    
    - Date la vuelta- dijo mientras salía de mi interior.
    
    Me puse boca arriba. Ella salió de la cama poniéndose de pie. Agarró mis piernas y arrastrándome al borde, las colocó sobre sus hombros. Y volvió a penetrarme. Esta vez la sensación era que aún entraba más en mi interior. Luego descubriría que no era así, pero que en esa posición, el dildo ejercía una presión aún mayor sobre mi próstata, y, por lo tanto, dándome más placer.
    
    - Te gusta mucho nena, lo estás gozando.
    
    - Sí, fóllame.
    
    Mi voz era más aguda, casi femenina. Me había metido tanto en situación, que mis gemidos ya eran constantes, parecidos a los que yo había provocado antes a cualquier mujer que hubiera penetrado. Volvió a acelerar su ritmo mientras yo, instintivamente, acerqué mi mano a mi sexo. Pero ella me abofeteó la cara.
    
    - ¿Qué haces?
    
    Entonces fue ella la que agarró mi verga y comenzó a masturbarme.
    
    Un minuto después tenía el orgasmo más explosivo que recordaba haber tenido, y mi semen, se esparcía por mi cuerpo, mi cara incluida.
    
    - Muy ...